Política y palabras groseras

Escuchamos con frecuencia en el parlamento palabras muy groseras qué resultan muy chocantes al oído. Precisamente de quienes dicen representarnos o sea los que defienden nuestros intereses. Aparte que no manejan bien el idioma. Hablan pésimo el guaraní y el castellano. No saben hilar ni una idea en forma coherente. Cero en expresión oral y en lenguaje.

Agreden constantemente a la Real Academia y es una violencia contra las personas que respetan al semejante y respeta el buen gusto en la expresión.

Las palabras tienen un inmenso poder y parece que a estos impresentables les importa un comino. Las bellas palabras entran en el alma y puede transformarte completamente. Las palabras son una herramienta para comunicar los pensamientos y los sentimientos.

El hombre es el único animal que habla y con eso puede hacer bien o hacer mal. Puede hacerte sentir maravillosamente o destruirte para, siempre. Una palabra que lastima el amor propio no la podemos olvidar jamás. Y a partir de ahí vienen los sentimientos negativos como el odio, el rencor y la venganza. Hay que pensar mil veces antes de emitir una opinión qué toque la vida íntima o el honor de las personas, así como tener pruebas en mano, para acusar. Algunas personas, ahora gratuitamente ofenden y tocan la dignidad y luego paran en los estrados judiciales.

Ocurre en el mundo de la política y la farándula. Claro que los periodistas de espectáculos viven de los chismes. Es una industria que tienen raiting y genera plata. La morbosidad de quienes consumen, es muy grande y el interés de quienes ofrecen, más grande todavía.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Algunos parlamentarios usan términos soeces qué son muy fuertes. En el momento que sesionan y transmiten por televisión, hay criaturas que están viendo. Y jóvenes y adultos. Yo no sé por qué el público no reclama este tema. Nosotros que fuimos a la universidad y amamos la literatura no tenemos que permitir que falten el respeto de esta manera. Nosotros con nuestros impuestos les pagamos sus sueldos y les tenemos que pedir respeto y decoro. Por lo menos con el dinero que reciben pueden comprar libros y seguir cursos de etiquetas. Aprender a dirigirse en forma educada a sus votantes. Eso es lo mínimo que les pedimos.

Con ese lenguaje agresivo y grosero no aportan nada y no educan. Solo demuestran la clase ignorante, mediocre y mal educada qué son. Claro que nosotros no podemos esperar nada bueno de ellos. Compran títulos y no saben nada de ética ni moral. Son oportunistas que se meten en la política para llenar sus bolsillos. Para llenar las instituciones de amantes, chongos y parientes. Lacras de la sociedad. Parásitos que se alimentan del pueblo. Vividores del Estado. Corruptos y sin vergüenzas. Personajetes sin moral y sin palabra. Ratas de dos patas. Animal rastrero como dijera Paquita la del Barrio fallecida hace poco.

Nos gustaría escuchar a las autoridades con mensajes esperanzadores. Con discursos que tengan contenido. Con palabras que nos motiven y nos alienten.

Quisiéramos políticos formados en las mejores universidades. Que hayan leído toda la literatura clásica y las historias inspiradoras de los grandes personajes de la historia universal. Quisiéramos emocionarnos con esos parlamentos. Quisiéramos reír, llorar y soñar. Imaginar que no todo está perdido y que un mundo más justo y amoroso todavía es posible.

Yo creo que la misión de los estadistas y los líderes es encender el patriotismo. Sacar el fuego sagrado de mejorar qué tenemos todos. No es su trabajo mostrar escenas lamentables donde pelean como perros y gatos usando vocablos obscenos e ir respetuosos.

Nada se mejora de esta manera. Tus palabras hablan de tu persona. Y con eso estas transmitiendo la belleza de persona que sos o toda la inmundicia que llevas dentro.

Tenemos que ser finos y educados. Tratar bien a los semejantes con palabras y acciones. Pidamos a las autoridades que dejen de ser groseros y nos respeten un poco. Gracias.

blila.gayoso@hotmail.com