“Estudié diseño de indumentaria en el Instituto Superior de Arte de la UNA. Uno de los cursos que tenía era marketing; para esta materia nos pidieron crear nuestra propia marca y así nació el emprendimiento Lapizlásuli”, explica Patricia. En este sentido, el nombre del emprendimiento se debe a la gema lapislázuli que representa la pulcritud, la lealtad y la esperanza.
Desde dibujos de tus caricaturas favoritas, hasta ilustraciones simbólicas del universo, Patricia utiliza su habilidad con la pintura, diseñando llamativas remeras. A partir del 2015, la joven mantiene vigente esta iniciativa de pintar prendas, que le permite conjugar dos de sus pasiones: la moda y el arte.
“En el proceso de creación del diseño, los clientes constituyen una pieza fundamental y son quienes dan la idea que yo tengo que plasmar; por eso, investigo minuciosamente acerca del concepto que me piden las personas. Por otra parte, me inspiran las animaciones, las pinturas de Van Gogh y de otros referentes del arte”, comenta Patricia. Asimismo, la emprendedora explica que realiza sus bocetos en papel; luego, toma como lienzo la remera, sobre la cual da vida y color a sus creaciones.
A través de Instagram, Patricia promociona su tienda en línea disponible para toda clase de público. “Jóvenes, niños y adultos están interesados en mi trabajo. Pienso que esta iniciativa tiene la capacidad de llegar a todos, pues mi producto es una prenda muy básica que cualquiera puede usar; lo único que cambia es el enfoque que le doy a cada remera”, explica la artista.
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Para la emprendedora, nada es más importante que observar la satisfacción que sienten sus clientes, cuando ella les entrega el diseño terminado. “No lo puedo explicar; es incomparable. Me siento muy conforme y feliz”, relata Patricia; de igual forma, la joven comenta que, con el paso del tiempo, ha logrado mejorar sus trazos, el enfoque y la textura de cada remera.
“En el futuro, me gustaría impartir cursos para transmitir todo lo que aprendí acerca del arte. También, quisiera tener mi propio local”, menciona Patricia. Además, la joven manifiesta que aunque existen varias opciones relacionadas al bazar creativo, en nuestro país, puede resultar complicado ser un emprendedor.
Patricia deja un mensaje a los jóvenes: “¡No se dejen vencer! Sigan sus sueños, a pesar de los obstáculos que puedan presentarse. No es fácil ser artista, pero se puede”.
Por Rebeca Vázquez (18 años)
