Al son de “3 de noviembre fecha feliz porque nde ningo renace, ha pe estrella ohesape para la gloria del Paraguay” y “General Stroessner, nde ko artillero, corazón de acero de mi Paraguay” hace más de 30 años, se vivían las madrugadas del cumpleaños de, como diría Bernardo Neri Farina, “el último supremo”.
Los actos protocolares y felicitaciones empezaban a tempranas horas de la mañana en Mburuvicha Róga, donde se formaban largas filas para saludar en su cumpleaños al dictador. Otro punto de aglomeración de personas, que buscaban felicitar al General, era el Palacio de López, según comentaba el periodista Mario Rubén Álvarez a un medio de comunicación.
Así también, en aquellos días bajo el régimen, músicos y escritores dedicaban sus notas y versos al “máximo líder nacional” del momento, con letras que le deseaban dicha y ventura, sin olvidar alabar las “cualidades” del General. Los clásicos del día eran temas como “3 de noviembre” de Samuel Aguayo, la polcas del General Stroessner y la colorada. Además, usualmente, se realizaban por las noches grandes festivales en su honor.
Igualmente, en los medios de comunicación, se otorgaban los saludos pertinentes a “El Rubio”; también, en los diarios de ese día destacaban las felicitaciones en páginas completas. Asimismo, el 3 de noviembre era una fecha para inauguraciones, tanto en la capital como en el interior del país.
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Uno de los puntos favorecidos solía ser el barrio Stroessner, actualmente denominado San Pablo, donde el General solía pasar unos momentos el día de su natalacio, generalmente presentando alguna obra de infraestructura. Otro dato que cabe resaltar es que las tierras y la organización del barrio homónimo al dictador, se regalaron durante su gobierno, por lo que muchas personas del lugar siguen siendo fieles.
A las mismas horas, en simultáneo, la angustia y los gritos de dolor se escuchaban en las salas de torturas y en los calabozos de las comisarías, de los presos políticos que se oponían al dictador.
Un 3 de noviembre de 1912 nacía el General Alfredo Stroessner Matiauda, quien posteriormente se convertiría en el dictador del Paraguay durante 35 años, en la perla del sur, Encarnación, departamento de Itapúa. Conocido como “el Rubio”, el militar de artillería fue obligado a culminar su gobierno con un golpe de estado en la madrugada del 3 de febrero de 1989, falleciendo en el exilio, en Brasilia, el 16 de agosto de 2006.
A pesar de que el dictador falleció en el exilio acusado de múltiples crímenes de lesa humanidad, muchos compatriotas siguen celebrando la “fecha feliz”. En sus 107 primaveras, aunque Stroessner ya ha fallecido, se sigue festejando actualmente el 3 de noviembre la conocida “fecha feliz”, un agasajo a el supremo dictador.
Por Anahí Acevedo (19 años)