Criado bajo unas ideas claras de que el deporte es indispensable en la rutina, Javier Insfrán estuvo inmerso en el mundo del esfuerzo físico desde que era pequeño, forjando poco a poco su futuro como deportista. “Al principio practicaba fútbol, hasta que lo dejé y luego conocí el remo; al inicio supe que este recreamiento estaba destinado para mí y, al instante, se creó una pasión indescriptible que no me dejó desde aquel momento”, expresa el joven.
“La mejor sensación es cuando terminás exhausto luego de un día cargado de actividades físicas, porque solo así dimensionás tus mejoras y el nivel que vas creando para competir con otros deportistas”, comenta Javier. Dando pruebas de esa altura deportiva, Insfrán clasificó para las preolimpiadas que se estarán realizando este abril en Río de Janeiro; el joven quedó seleccionado junto a la deportista Alejandra Alonso, quien estaría representando a las mujeres.
El preolímpico consiste en unas pruebas clasificatorias para elegir a los deportistas que marcarán su presencia en las Olimpiadas 2020 de Tokio, que solo cuenta con cinco plazas en remo para Latinoamérica. Por ello, Javier dice que dicha disputa tendrá un nivel de dificultad complicado, pues estarán todos los competidores del continente, cada uno tratando de reservar su puesto para las Olimpiadas.
“Aparte del orgullo y la felicidad de representar a tu país, como atleta, también cargás con el compromiso de realizar con éxito tu tarea. Es una responsabilidad enorme y nos ponemos objetivos altos porque Alejandra y yo queremos clasificar como corresponde”, afirma Javier, con una inevitable incertidumbre por su futura competencia.
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Por otro lado, el joven también batió un récord nunca antes logrado a nivel nacional. En 6 minutos con 59 segundos recorrió lo más rápido posible la distancia estipulada de 2 km, en la modalidad single; el joven reconoce así el progreso que va adquiriendo esta actividad en nuestro país, ya que los deportistas se van perfeccionando a su ritmo.
Así, de acuerdo a la perspectiva de Javier, nuestro país se va posicionando poco a poco en diversas competiciones, sacudiéndose todo ese prejuicio que antes lo desmeritaba en el ámbito deportivo. “El apoyo de los ciudadanos nunca va a estar de más, ya que estos son esenciales a la hora de dejar en alto nuestros deportes; por ende, la población debe tener en cuenta el talento en general que existe en todas las áreas y no aferrarse solamente a las actividades populares”, enfatiza Javier.
Por último, el joven anima a otros que, como él, desean forjar su carrera deportiva. “Sueñen en grande, no se pongan límites y trabajen por hacer realidad sus ilusiones porque nada se compara con el orgullo de representar a tu país en competencias internacionales, contribuyendo de esa manera al auge del deporte nacional”, finaliza Insfrán.
Por Macarena Duarte (18 años)