El principio del fin: la batalla de Cerro Corá, el 1 de marzo de 1870. Las tropas brasileras, con 4.500 soldados completamente armados, se enfrentaron a 400 hombres, mujeres, niños y ancianos paraguayos en deplorables condiciones, desnutridos, con pocas armas y en su mayoría, enfermos.
Ante tan desigual contienda, las filas paraguayas poco pudieron hacer y cayeron prisioneras o fueron exterminadas por el enemigo. En aquella batalla pierde la vida el líder de las tropas paraguayas, el Mariscal Francisco Solano López, además de su hijo Juan Francisco “Panchito” y el Vicepresidente Sánchez.
El historiador Herib Caballero Campos menciona que “el 2 de marzo, tras terminar la batalla de Cerro Corá, más de 250 de los combatientes cayeron prisioneros y se prepararon para ser trasladados a Concepción. Unos días después, los oficiales fueron embarcados rumbo a Rio de Janeiro”.
“Los enfrentamientos habían parado pero, efectivamente, el 3 y 4 de marzo algunas personas escondidas en los montes de Cerro Corá tuvieron que entregarse a los brasileños, quienes los degollaron. Entre ellos, fallece un cura y el Coronel Delvalle” explica Caballero.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El resto de la familia López también fue prisionera de guerra de las fuerzas del Imperio brasilero. Sin embargo, Elisa Alicia Lynch, viuda de López, informó que era de nacionalidad inglesa, hecho que le sirvió para librarse de los flagelos que sometían a las paraguayas.
Las noticias del fin de la guerra y la muerte del Mariscal Francisco Solano López se publicaron en el diario La Regeneración el 8 de marzo, a una semana del suceso. Según el historiador, al llegar la información a la capital, se hizo un tedeum en la Catedral de Asunción para celebrar la conclusión de la contienda bélica. Comenta Caballero que, posteriormente, se fue avisando del suceso a los demás habitantes, mediante las famosas estafetas.
En aquel entonces, la mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura y, con tantos años de guerra, la situación en el campo era pésima, lo que provocó la falta de alimentos. “Hay crónicas que señalan la existencia de un montón de mendigos y muertos a la vera de los caminos, todos a consecuencia de la hambruna. Los ciudadanos sobrevivían con la ayuda del gobierno o las tropas aliadas”, manifiesta Caballero.
Un dato importante es que la Triple Alianza no se quedó con todo el territorio nacional porque hubo una serie de disensos entre sus miembros. De hecho, según el historiador, una de las primeras labores que hizo el gobierno provisorio fue buscar la finalización de la guerra, lograr los tratados y, de esa forma, evitar que los aliados se queden con todos los territorios.
Entonces, el acuerdo establecido en el Tratado de la Triple Alianza, que consistía en pactar de forma unida el final de la guerra contra el Paraguay, no se cumplió. En 1871, se firmó un tratado de límites con Brasil, luego Uruguay y, por último, con Argentina, según informa el historiador.
A 150 años de la mayor tragedia ocurrida en nuestro país, es importante rememorar nuestro pasado porque, como dice el dicho, quien olvida su historia está condenado a repetirla.
Por Anahí Acevedo (19 años)
