La Navidad va llegando y en nuestro país se tienen ciertas tradiciones que indican que el nacimiento del Niño Jesús está próximo. Los comerciantes ya comienzan a ofrecer los característicos fuegos pirotécnicos y los niños se reúnen en sus barrios para jugar con los famosos “fosforitos”.
Muchas personas ya empezaron a decorar sus puertas y ventanas con guirnaldas, luces navideñas y el infaltable árbol de Navidad. Los más pequeños de la casa se organizan para armar de la mejor manera el pesebre, algunos incluso agregan sus juguetes favoritos para darle un toque original y más personal a la casita del Niño Dios.
Para el 25 de diciembre hay aspectos muy importantes que no se deben dejar pasar. Por ejemplo, la vestimenta sí o sí tiene que ser de las más lindas que guardes en el ropero, no importa que no salgas de tu casa esa noche.
Si tu mamá no tuvo un ataque de nervios el 24 de diciembre porque nadie le ayudó a preparar la comida, entonces, sos muy afortunado. La familia completa debe reunirse en la cocina de la casa para preparar el tan deseado banquete de Nochebuena que, por cierto, probablemente será tu desayuno, almuerzo y cena en los días siguientes.
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Muchas familias tienen la costumbre de reunirse frente al pesebre a hacer una oración en agradecimiento a Dios por las cosas buenas que vivieron durante el año o pidiendo favores por las faltas que sufren. Es uno de los momentos más agradables e íntimos de la Navidad.
Cuando se acerca la medianoche, los papás se acomodan frente al televisor para disfrutar de los especiales de Navidad, con polcas, guaranias y villancicos. Los jóvenes, por otro lado, suelen reunirse con sus amigos o se conectan en las redes compartiendo los momentos más importantes de la noche.
La mejor parte de esta festividad llega cuando el reloj marca las 00:00 y los seres queridos comparten abrazos, besos y buenos deseos. La Navidad es una celebración que, más allá de las comidas, ropas nuevas y regalos, reúne a toda la familia. Por eso, si tenés algún problema sin resolver con alguien, podés aprovechar estas fechas para propiciar una reconciliación.
Por Divina Alarcón (18 años)