Limpieza a domicilio, la herramienta de una estudiante para solventar su carrera

Hacer caso omiso al qué dirán y demostrar que toda actividad puede beneficiar a los demás son técnicas para sobresalir con la frente en alto. Anicia Oviedo (20) impulsó una iniciativa de limpieza a domicilio a de fin mantener en pie sus estudios.

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Es cien por ciento comprobado que cuando se quiere se puede y que los obstáculos solo pueden ser derribados con un fuerte pisoteo de dedicación y ganas de salir adelante. Anicia es estudiante de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA. Se especializa en la carrera de instrumentación y áreas quirúrgicas, pues ella dice que siempre le gustó el ámbito de la salud y formar parte del equipo que salva vidas.

"Empecé trabajando en una entidad pública como limpiadora y, por cosas de la vida, decidieron liquidarme; entonces, a causa de eso, me quedé con algunas deuditas y debía ver la forma de ganar dinero", relata la joven. Además, Anicia comenta, decididamente, que hará cualquier cosa para seguir estudiando; así comenzó forrando cuadernos en tiempos escolares, pero como el plan no funcionó, la limpieza a domicilio fue la segunda opción para obtener dinero.

Anicia comenta el porqué del servicio de limpieza a domicilio, expresando que a veces las personas llegan cansadas de sus puestos laborales y lo primero que quieren es descansar en vez de agarrar la escoba, la palita y barrer. "La gente me felicita por esta iniciativa y mi familia me apoya desde siempre; así que cuando hay laburo de lo que fuese no es problema", señala la joven.

Con el lema de que los comentarios negativos no tienen cabida para uno, Anicia intenta abrir las puertas de su futuro, cobrando entre G. 80.000 y G. 100.000 por el aseo. Sin embargo, lo que le resulta difícil a Anicia es conseguir un trabajo de medio tiempo, pues su carrera universitaria requiere de mucha disposición y horas en la sala de clases.

Por otro lado, la joven recuerda su paso por las inundaciones del bañado, lo cual fue motivo para dejar su casa y aumentar los gastos, pues aún trata de buscar un lugar propio para vivir. "Mi mamá fue de mucha ayuda en estos casos, pues nos daba mucho ánimo, aunque a veces la familia era la que debía darle fuerza y aliento para sobrellevar todo", dice Anicia.

Con la frente en alto y parada en un podio, Anicia expresa que hoy en día siente orgullo por ella misma, porque su trabajo no consiste en robar a la gente y todo laburo que no daña a nadie debe considerarse digno.

Finalmente, Anicia expresa lo siguiente: "Como joven, invito a los chicos y chicas de mi edad a que busquen nuevas oportunidades para sobresalir. No se conformen con nada y siempre traten de buscar más, ya que no hay algo mejor que el día en que concluyas tus estudios tengas un título que será el fruto reflejado de tu sacrificio".

Por Ezequiel Alegre (18 años)

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