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Hace más de 30 años se lanzaba el memorable videojuego de Súper Mario Bros. Este fenómeno fue diseñado por el productor japonés Shigeru Miyamoto y lanzado por la compañía Nintendo el 13 de septiembre de 1985 para la consola Nintendo Entertaiment System, más conocida como NES.
Si hay un videojuego que marcó un antes y un después en nuestra infancia son las aventuras de los Super Mario Bros. Los hermanos Mario y Luigi tienen la difícil misión de rescatar a la princesa Peach que se encuentra secuestrada en el Reino de los Hongos por el archienemigo de Mario, Koopa, considerado el rey más poderoso del Reino Champiñón.
Súper Mario Bros se convirtió en un hito debido a su trascendencia y récord en ventas, alcanzando más de 10 millones de cartuchos despachados, posterior a la crisis en la industria de los videojuegos del '83. Con el paso del tiempo, Mario se convirtió en la figura principal de Nintendo y en 1999 el juego fue reconocido como uno de los más vendidos de todos los tiempos.
El juego consta de ocho mundos, con cuatro niveles cada uno; lo más fascinante de la aventura es que cada capítulo es totalmente distinto así como la banda sonora, que jugaba un papel muy importante para el acompañamiento del rescate.
El Reino de los Hongos o Reino Champiñón estaba lleno de ladrillos y setas gigantes, y las andanzas de Mario y Luigi se daban tanto de día como de noche. Los niveles subterráneos así como los acuáticos eran bastante difíciles, pero a la vez memorables.
El bloque de interrogación permitía a Mario y Luigi recoger diferentes objetos para avanzar de manera más fácil o aumentar la puntuación: El champiñón rojo convierte a Mario o Luigi en Súper, aumentándoles la estatura; el verde les brinda una vida extra, mientras que la flor les permite lanzar bolas de fuego y las estrellas les da el poder de destruir lo que se les atraviesa por el camino por un tiempo limitado.
La gran final se da en el nivel 8-4, cuando Mario o Luigi se encuentran en un castillo, pero en forma de laberinto y lleno de lava. El rey Koopa lanza bolas de fuego y martillos que lo hacen casi invencible y muy difícil de atravesar. Al derrotarlo, liberás a la princesa Peach del interminable secuestro.
Indudablemente, este videojuego marcó para siempre la infancia de la mayoría de los gamers, ya que no existían las tarjetas de memorias; así que, no podías moverte de ahí hasta pasar todos los niveles completamente. El secreto estaba en perseverar luego de los innumerables “game over”.
Por Ricardo Núñez (19 años)