8 de diciembre de 2025
En su más reciente informe publicado sobre la carrera armamentista, el prestigioso Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo revela un dato altamente preocupante y comprometedor para la paz: el volumen de las transferencias mundiales de armas en el periodo 2007-2011 fue 24% superior que en el anterior ciclo medido (2002-2006). Ese estudio revela un impactante aumento de la adquisición de material bélico en América del Sur, sobre todo por parte de tres países: Venezuela, Brasil y Chile. No es moralmente aceptable que, mientras por un lado pronuncian edulcorados discursos integracionistas de “hermandad”, nuestros presidentes estén embarcados en una actividad que compromete seriamente la vigencia de la paz en nuestro subcontinente. Mucho más productivo, y también más ecuánime desde el punto de vista humano, sería que esos dineros fueran utilizados de manera productiva en la implementación de programas de salud y vivienda para nuestra gente, invertidos en su preparación intelectual, mediante la compra, por ejemplo, de una laptop para cada niño de América del Sur.