5 de diciembre de 2025



Nos conmovemos cuando vemos a alguien quien necesita de un trasplante de córnea, riñón o del corazón, y lo obtiene. En esos casos, los medios de comunicación le dan un destaque especial. Pero cuando el hecho se refiere a una enfermedad que afecta la función del cerebro y la persona obtiene un tratamiento que le devuelve la vida, se nos pasa desapercibido.