24 de diciembre de 2025


Lo que hoy se nos vende como un adelanto tecnológico y cultural no es más que el saqueo de nuestra memoria por intermediarios tecnológicos que rastrean nuestros datos y nos presentan la repetición de nuestro propio pasado como un anticipo de nuestros deseos y necesidades.


La selfi es un subproducto de la investigación en aplicaciones de reconocimiento facial, que son un mecanismo de extractivismo de datos, pero también es rebeldía popular, resistencia popular, tergiversación popular de las herramientas del capital, y, sobre todo, construcción autogestionada de nuestra propia memoria gráfica, de nuestra propia galería y museo. Escribe Pelao Carvallo.

¿Es arte la “selfie”, o mera expresión de una conciencia alienada por la adicción a las pantallas? ¿Quién era el misterioso, esquivo Emilio Goltz? ¿Por qué la historia del anarquismo en Paraguay está hundida en el misterio? Todo esto y mucho más lo encontrarás en El Suplemento Cultural de mañana.