La situación del agua de nuestro país, tanto superficial como subterránea, será analizada en el marco del IV Congreso paraguayo de recursos hídricos, que se hará desde mañana hasta el viernes próximo, en el campus de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), San Lorenzo.
El deterioro del agua dulce en Paraguay ha crecido de manera rampante en las últimas décadas. La Ley para cuidarla existe, pero no se aplica. La deforestación y la erradicación de los humedales plantean un futuro no auspicioso.
Expertos de recursos hídricos de nuestro país se reunirán desde la próxima semana, en un congreso, y una de las inquietudes es la necesidad de reglamentación del uso agua, tanto superficial como subterránea, para evitar un estrés hídrico por la sobreexplotación.
Paraguay es un país rico en lo que se refiere a agua, pero los cauces hídricos se encuentran bajo constante ataque de las acciones humanas, lo que provoca una acentuada contaminación en ciertos puntos.
Una auditoría de la Contraloría detectó que Senasa, Digesa, Seam y Erssan no tienen instrumento de coordinación, planes, programas y/o proyectos con otros entes públicos para la acción conjunta y coordinada para manejo y conservación de recursos hídricos del país.