Según Francis Béhanzin, presidente de la Comisión de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad de la CEDEAO, este centro es el órgano de coordinación de las cuatro zonas de seguridad marítima distribuidas en los quince Estados miembros de esta organización, según el medio local Fratmat.info.
"El CRESMAO trabajará con los demás centros y se coordinará con el centro interregional, con sede en Yaundé (Camerún), para tener una mejor seguridad de nuestras aguas territoriales", precisó Béhanzin.
Presente en la inauguración del centro, el Ministro del Interior y Seguridad de Costa de Marfil, general Vagondo Diomandé, expresó su satisfacción por contar con esta nueva sede en territorio marfileño y citó los actos de piratería, ataques armados, la pesca ilegal y la contaminación como amenazas a la seguridad marítima que obstruyen el desarrollo de la región.
"El mar es un área predilecta para el tráfico ilícito de armas y drogas, el tráfico de personas y el terrorismo", declaró Diomandé.
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El CRESMAO es una herramienta esencial para aplicación de la Estrategia Marítima Integrada de la CEDEAO que fue adoptada en marzo de 2014 para hacer frente a los desafíos de seguridad en el ámbito marítimo en la región.
"De manera específica, el Centro asegura la gestión y el intercambio de información, la supervisión operativa, la coordinación en caso de crisis, así como la formación y el desarrollo de capacidades", declaró la CEDEAO en un comunicado.
Según informó el pasado enero la Oficina Marítima Internacional (IMB), la piratería en el golfo de Guinea disminuyó en 2021 un 58 % al registrarse tan sólo 34 incidentes en todo el año en comparación con los 81 contabilizados en 2020.
Se trata de la cifra más baja de los últimos años en la región más afectada por la piratería en el mundo, según el último informe anual de la IMB.
Ese descenso motivó que a nivel mundial los ataques de piratería marítima y robos a mano armada alcanzaran el nivel más bajo registrado desde 1994.
Aunque las personas secuestradas se redujeron de 130 en 2020 a 57 en 2021 en el golfo de Guinea, esta región de África acaparó el año pasado todos los incidentes de secuestro a nivel mundial.
En el golfo de Guinea, la mayoría de las personas que se dedican a la piratería son de origen nigeriano y su objetivo es robar el crudo que transportan los buques petroleros para venderlo en el mercado negro.
Sin embargo, la actividad más rentable para ellos es secuestrar a tripulaciones a cambio de un rescate.
En mayo de 2021, el aumento de la violencia en los ataques a los barcos y el hecho de que se produzcan cada vez más lejos de las costas impulsó a unas 185 compañías navieras y asociaciones de más de veinte países a firmar una declaración conjunta para pedir una coalición contra la piratería en el golfo de Guinea.
Según los firmantes, esa zona "se ha convertido en una maldición para los marineros en la última década".
