La decisión adoptada por el Gobierno en cooperación con la Comisión de Política Exterior del Folketing o Parlamento llega tras una serie de ataques contra barcos civiles por parte de los rebeldes chiíes hutíes frente a las costas de Yemen.
"Nos preocupa la delicada situación en el mar Rojo, donde continúan los ataques no provocados contra el transporte marítimo civil", declaró el ministro danés de Defensa, Troels Lund Poulsen, según un comunicado.
"Es de importancia crucial para el tráfico marítimo danés e internacional que se pueda navegar con seguridad en la zona", agregó.
La resolución correspondiente será transmitida al Folketing la semana que viene, con el objetivo de que la fragata pueda ser enviada a la zona a finales de enero.
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Copenhague participa ya en la misión Guardían de la Prosperidad, liderada por Estados Unidos, con el destacamento de tres oficiales.
"Como una importante nación marítima, tenemos la responsabilidad de reforzar la seguridad marítima", declaró por su parte el ministro de Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen.
Una de las mayores compañías de transporte marítimo del mundo es la danesa Maersk, que anunció esta semana que volverá a reanudar el tráfico por el mar Rojo, tras desviar sus rutas a mediados de mes por el cabo de Buena Esperanza.