El número de denuncias de menores desaparecidos cada año es de terror

Las denuncias de desaparición de menores son una constante en nuestro país. De acuerdo a datos estadísticos de la Policía Nacional, entre el 1 de enero y el 14 de febrero del corriente año, se recibieron 171 denuncias de menores desaparecidos.

La Policía Nacional considera menores hasta los 17 años y el número mencionado de desaparecidos corresponde a este rango de edad.

Por lo general, hasta los 9 años, los casos de denuncias están relacionados a temas de patria potestad.

Alguno de los padres, o inclusive abuelos, se lleva al menor en el marco de una disputa de parejas y de allí surge la denuncia en una comisaría. En promedio, este tipo de situaciones se resuelve dentro de las 48 horas.

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La preocupación principal de la Policía Nacional se tiene en el rango de 10 a 17 años.

Volviendo al número de desaparecidos entre principios de enero y mediados de febrero, tenemos una media de cinco denuncias por día. De los 171 denuncias, 73 fueron localizados.

Hasta el viernes último no se tenía información de 98 menores desaparecidos.

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Las áreas con mayor número de denuncias son las siguientes: Asunción, Central, Alto Paraná, Caazapá y Amambay, en ese orden.

Por lo general los denunciantes son los padres y el estrato social corresponde a medio-bajo.

La mayor dificultad para la localización se tiene en situaciones de fuga del hogar, porque los menores buscan evitar todo contacto con la Policía Nacional y generalmente cuentan con la protección de otras personas.

Entre enero de 2022 y el 15 de febrero de 2023, las estadísticas de la Policía Nacional confirman un total de 1.240 menores con denuncias de desaparición. El promedio diario de recepción de denuncias es de 5 menores por día.

En la búsqueda de los menores

En el año 2020, la Policía Nacional creó el Departamento Especializado de Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas.

La unidad está dirigida por la comisaria principal Cristina Giménez; la sede del departamento es lindante con la comisaría 12, en el barrio Santísima Trinidad, sobre la avenida Sacramento. Carecen de patrullera.

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Siguiendo con las estadísticas de la Policía Nacional: del total de denunciantes, un 20% no se acerca a la comisaría para comunicar que el menor apareció.

Se hace la denuncia, pero queda en el olvido la responsabilidad de comunicar que el niño o la niña volvió a la casa.

Controles aleatorios de efectivos policiales permiten confirmar que el estado de desaparecido ya no corresponde; pero los mismos denunciantes debieron tomar la iniciativa de comunicar el regreso.

Siempre sobre la base de los 1.240 menores desaparecidos entre 2022 y 2023, la Policía Nacional ignora el destino de 483 menores.

Del grupo total, 30 de ellos cumplieron la mayoría de edad en el transcurso del año, lo que puede ser confirmado a través de datos facilitados por el Departamento de Identificaciones.

El Departamento de Búsqueda de Personas está integrado por 40 oficiales y suboficiales, distribuidos a nivel nacional.

Cada división está integrada a la Jefatura Departamental donde operan un promedio de tres integrantes.

En los departamentos de Central, Alto Paraná e Itapúa se tienen seis efectivos responsables de tareas de búsqueda y localización, dado el alto índice de población.

No se tiene protocolo para la búsqueda

La gran debilidad que tiene la Policía Nacional en la tarea de buscar a menores es la carencia de un protocolo de búsqueda.

Al no estar reglamentado cómo localizar a un menor, buena parte de la intervención policial queda sujeta al interés y la experiencia que pudiera tener el oficial responsable del caso.

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Disponer de un protocolo que fije el mecanismo de intervención debería ser una prioridad para la Policía Nacional; es un elemento de trabajo básico para los investigadores.

Y sobre todo, es la mejor herramienta para superar el empirismo e improvisación en el trabajo. n procura de mejorar la intervención del Departamento de Búsqueda, la Policía de Uruguay brinda asistencia técnica. El acuerdo de cooperación puede servir para establecer un protocolo.

Otro punto débil de nuestra Policía Nacional es la escasa coordinación que se tiene a nivel interno. Basta con mencionar que el Departamento de Búsqueda carece de patrullera.

Cada departamento actúa aislado de los demás y el resultado es una escasa eficiencia en el momento de proceder a la búsqueda de menores.

Volviendo a las estadísticas: de 483 menores, del último año, cuyo destino se desconoce, 379 son mujeres, de las cuales un 20 por ciento se encuentran en condición de calle ¿Y las restantes?

Cifras aterradoras

Estas cifras son pavorosas porque en definitiva no se tiene certeza de qué pasa con niños y niñas que fueron denunciados como desaparecidos.

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Peor aún es comprobar que, antes de la creación del Departamento de Búsqueda y Localización, las denuncias que se recibían en las comisarías no se incluían en un banco de datos; no se tiene estadística ordenada y menos aún actualizada.

Se estima que sería tres mil el número de menores cuyos nombres siguen anotados en una comisaría como desaparecidos, pero se desconoce quiénes volvieron a sus hogares, quienes contactaron nuevamente con sus familias y el definitiva cuál es el número de aquellos cuyo destino final se desconocido.

Un menor cuya destino se ignora es suficiente para movilizarnos como sociedad.

Los números suman miles de ellos a lo largo de años. Es nuestro próximo artículo.