FACTORES PERSONALES: ¿CÓMO AFECTAN LA CONDUCTA DEL CONSUMIDOR?

En las anteriores entregas, hemos revisado el impacto de los factores sociales y culturales en la conducta de las personas al comprar. Indudablemente, también las condiciones personales de cada individuo son un gran determinante en sus decisiones.

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Analizaremos a continuación los dos primeros factores personales que influyen en nosotros como consumidores. Edad y etapa en el ciclo de vida:  Nuestros hábitos de compra y nuestras decisiones varían de acuerdo a nuestra edad y la parte del ciclo de vida en la que estemos.  Las necesidades y las prioridades de compra son diferentes en un niño de 7 años, una adolescente de 15, un joven de 25, una mujer adulta de 38 ó un adulto mayor de 83.  Por ejemplo, en cuanto a vestimenta, para un niño buscamos telas resistentes, colores vivos y ropas cómodas.  La compra, por lo general, lo decidirá uno de los padres o encargados.  Un adolescente buscará ropa que esté a la última moda y él o ella decidirán principalmente la compra.  Un adulto comprará su propia ropa y buscará proyectar cierta imagen y estatus a través de su vestimenta.  Por último, un adulto mayor buscará colores sobrios, practicidad y, sobre todo, comodidad.  También influirá en qué situación familiar se encuentra (ver ejemplos en el cuadro). Cada una de estas circunstancias alterará la forma en que vemos nuestras necesidades y cómo las priorizamos en relación a las necesidades de las personas que también dependen de nosotros.  Por ejemplo, una persona soltera, independiente y sin hijos tendrá ciertas prioridades, basándose principalmente en sus necesidades como persona.  Sin embargo, cuando uno tiene hijos que están en relación directa de dependencia de uno, tiende a priorizar las necesidades de los hijos antes que las de uno(a) mismo(a).

ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS DENTRO DEL CICLO DE VIDA
1.Niños
2.Adolescentes
3.Jóvenes solteros dependientes de sus padres
4.Jóvenes solteros independientes de sus padres
5.Parejas recién casadas, jóvenes, sin hijos
6.Parejas recién casadas, jóvenes, con hijos
7.Parejas casadas, adultas, sin hijos
8.Solteros, jóvenes, con hijos
9.Parejas con hijos pequeños (menor de los hijos con menos de 6 años)
10.Parejas con hijos de varias edades (menor de los hijos de más de 6 años)
11.Parejas con hijos adolescentes y/o jóvenes dependientes
12.Parejas con hijos mayores, no dependientes, activos laboralmente
13.Parejas con hijos mayores, no dependientes, inactivos laboralmente
14.Padres o madres solteras con hijos de distintas edades

(*) Estos son algunos ejemplos.  De acuerdo a la edad de la persona, la condición civil, la existencia o no de hijos y las edades de los mismos se pueden realizar muchas combinaciones más.

Ocupación y circunstancias económicas:  Estos dos aspectos muchas veces están ligados entre sí, ya que la ocupación que uno tenga determina el nivel de ingreso que la persona va a tener.  De acuerdo a estos dos aspectos, la forma de satisfacer las necesidades va a cambiar.  Recordemos que, en cuanto a las circunstancias económicas, no solamente se tiene en cuenta el ingreso, sino también los niveles de gastos y ahorro que tiene la persona.  Por ejemplo, ante la necesidad de almorzar, un alto ejecutivo recurrirá a un restaurante, si es que sus ingresos son altos y su nivel de gastos le permiten realizar el consumo.  Sin embargo, un obrero de una planta, por lo general, buscará llevar comida de su casa o tal vez optará por un plato económico que le sea acercado a su lugar de trabajo.

En la próxima entrega, revisaremos los otros dos factores personales que influyen en la conducta del consumidor. ¡Hasta entonces!
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