Fidel Miño, el trencito incansable

En el fútbol, el atleta llamado polifuncional es una joya para cualquier entrenador del mundo. En Paraguay, si buscáramos una de estas características, tendríamos que hablar indefectiblemente de Fidel Miño, el "Trencito".

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Rematadores efectivos nunca faltaron en el fútbol paraguayo y a la hora de preguntar a los más jóvenes, Francisco Arce y Juan Manuel Battaglia son los abonados, pero hubo uno que descolló a finales de los '70 y durante toda la época ochentosa.

Cuando Michael Jackson y Queen comenzaban a hacer estragos en la escena mundial del pop-rock, en Paraguay, el "Trencito" Fidel Miño estremecía las porterías rivales sus disparos de media y larga distancia, pura polenta itaugüeña.

Nacido como muchos en una escena llena de carencias, el jovenzuelo de 17 años va a probar suerte a la rica cantera del club Sol de América, equipo aún muy tradicional en la formación de futbolistas. Así comienza esta historia.

Miño arrancó su carrera en Sol de América, allá por 1975, en las inferiores del club danzarín, donde realmente pagó el derecho de piso para llegar al primer equipo titular, que por entonces no pasaba por su momento más glamoroso.

Luego de tres años en las inferiores del equipo unicolor, debutó en el equipo principal con 20 años, cuando Sol estaba en la segunda división del fútbol paraguayo. No le fue mal: ese año se consagraron campeones y ascendieron a Primera División.

Con el club azul debutó a nivel internacional: fue en 1979, un 23 de marzo y con gol frente a un pintado club Olimpia, cuadro que finalmente ganó por 2-1 con goles de Villalba y Talavera. Como todos sabemos, ese año Olimpia ganó la Copa Libertadores.

Luego de importantes torneos con el cuadro de Quinta Avenida (alcanzando tres finales), Olimpia se fija en él y lo ficha de manera definitiva en 1983. En el cuadro de Para Uno jugó siete temporadas, hasta 1990, y cerró su carrera en 1991, con los colores del Sportivo Luqueño.

TÍTULOS

Fue campeón de la Segunda División en 1977 y en los años siguientes fue tres veces subcampeón del balompié nacional. En 1978, 1979 y 1981, en todas estas ocasiones perdieron la final frente a Olimpia, que, bueno, llegaría a ganar seis títulos de seguido.

Justamente logra el último trofeo consecutivo con aquel entrañable equipo franjeado. En 1983 conforma el onceno franjeado y consigue su primer campeonato de primera división.

Con Olimpia, aparte del campeonato del '83, gana los torneos de 1985, 1988 y 1989, disputando la ­final de la Copa Libertadores de América, ante Atletico Nacional de Medellin ese mismo año. En 1990 gana la Copa Libertadores y la Recopa Sudamericana con el cuadro franjeado.

SELECCIÓN NACIONAL

Con la casaca de la selección nacional jugó el Mundial Juvenil de 1979, disputado en Japón. Esa selección la integraban, entre otros, Julián Coronel, Luis García, Arnaldo Vera, Carlos Olmedo, Severiano Cardozo, Cándido Giménez, Juan Ramón Isasi, Romerito y Roberto Cabañas.

Miño jugó las eliminatorias para los Mundiales España 1982 y México 1986. A la primera Paraguay no clasificó y a pesar de haber calificado para México, no fue tenido en cuenta para el torneo internacional.

Además disputó la Copa América de 1983, torneo sin sede fija y que ganó la selección uruguaya. Ese año Paraguay defendía el campeonato y la selección nacional queda en tercer lugar, luego de una polémica eliminación ante la selección brasileña.

El recordado y extinto periodista Artemio Villanueva lo había recordado de esta manera hace ya muchos años: "Fidel corría todas y con el balón en los pies era muy preciso para los pases, teniendo la facilidad de un potente disparo de media y larga distancia, siendo un cañonero infalible. Convirtió goles de todos los colores que no fueron pocos, sino muchos en su larga trayectoria, calculando "unos 40 goles en los años jugados".

CARACTERÍSTICAS

Como todos en nuestro país sabemos, el fútbol nacional ha generado verdaderas estrellas, talentosos futbolistas que no tendrían que envidiar nada a otros. Más de uno, y me incluyo, quisieramos haber visto a Erico, que sin dudas, si hubiese tenido la chance, hubiese sido figura de cualquier equipo europeo.

En este caso, con otras bondades, Fidel Miño no estaría lejos de esta situación, pues según él mismo, al igual de quienes lo han visto jugar, era "el" jugador polifuncional, pero de verdad, solo faltaba que se ponga los guantes.

"Yo jugaba en cualquier puesto, me era fácil. Jugaba en la defensa, en el medio y adelante como 'wing' mentiroso. Me adaptaba con facilidad", afirmó Miño en su momento. Hoy por hoy no tendría nada que envidiar a Steve Gerrard.

Miño nunca se olvidó de Sol de América, aunque fue con Olimpia que logró varios titulos y el reconocimiento nacional e internacional.

Sobre este punto, el futbolista llegó a reflexionar: "Fueron dos etapas interesantes. La primera en Sol de América, donde tuve la oportunidad desde las inferiores para formarme y escalar; y otro gran momento lo pasé en el club Olimpia, donde puedo decir que gané todo como futbolista".

En la actualidad, Fidel Miño no es muy diferente: tiene 54 años, aún conserva su abundante cabellera, solo que ahora peina canas, tiene bigote y sigue viviendo en su casa de Itauguá, desde donde, un día cualquiera de 1975, fue a probar suerte al club Sol de América.
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