La investigación que publica Science Advances fue realizada con mediciones por satélite de alta resolución y señala que esas nuevas instalaciones en la cuenca Pérmica (Texas y Nuevo México) son "una fuente importante de emisiones de metano".
Los resultados cuestionan las actuales actividades de producción de petróleo y gas natural en la cuenca y podrían utilizarse para orientar los esfuerzos de reducción de emisiones en ese lugar y otros focos de producción, indica la revista.
Aunque se cree que la cuenca del Pérmico es la fuente de casi la mitad de las emisiones de metano de la producción de petróleo y gas de Estados Unidos, se sabe poco sobre las emisiones individuales de metano dentro de este vasto lugar, lo que es un requisito previo para su mitigación.
Estas emisiones individuales podrían incluir miles de pozos, estaciones de recolección, estaciones de compresión, tanques de almacenamiento, tuberías y plantas de procesamiento.
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El equipo, encabezado por Itziar Irakulis-Loitxate de la Universidad Politécnica de Valencia, usó una nueva clase de mediciones satelitales tomadas durante varios días en 2019 y 2020 para realizar el primer estudio a escala regional y de alta resolución de las fuentes de metano en la cuenca Pérmica.
Los investigadores detectaron más emisiones extremas de metano procedentes de las instalaciones más nuevas de la subcuenca de Delaware, que empezaron a producir en 2018 o después, aunque el 65 % de los pozos activos de la zona de estudio era anterior a 2018.
El estudio identificó 37 penachos de metano procedentes de esas instalaciones y de otras fuentes con índices de emisión superiores a 500 kilogramos por hora.
Estas emisiones pueden deberse a la ineficiencia o al mal funcionamiento de los tanques de combustión y "el mayor potencial de extracción de las nuevas infraestructuras podría no corresponderse con un desarrollo igual de las instalaciones de recogida, procesamiento y transporte", manifiestan los investigadores citados por la revista.