Attila Sallustro prendió la estrella guiadora a Europa

Contrariamente a lo que consignan medios oficiales de nuestro fútbol, el primer jugador paraguayo en el balompié europeo, en la década del 30, fue Attila Sallustro, el cuarto de nueve hermanos, sobrevivientes de once, dos de ellos víctimas de la "gripe asiática" de 1918, según datos suministrados a nuestra hoja por uno de ellos, don Octavio Sallustro, ex delegado del Olimpia campeón de América en el 79, quien continúa con los negocios de esta tradicional familia de inmigrantes italianos que a principios del siglo pasado se instaló en nuestro país.

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El 28 de mayo se cumplieron 20 años del fallecimiento en Roma (1983) de Attila "Babbio" (significa ídolo) Sallustro, quien nació en Paraguay, pero con poco tiempo de vida fue llevado por sus padres, junto con sus hermanos, a Italia, donde empezó la carrera futbolística del centrodelantero y goleador, considerado históricamente como el primer ídolo del Nápoli, solamente comparado con Maradona, quien siempre expresó hacia su antecesor una alta admiración, por sus antecedentes conocidos.

Destacando solo algunos de los hitos y las anécdotas en la carrera de Attila Sallustro, citamos su récord de goleo, con 107 tantos marcados en el "calcio" italiano. Fue capitán de la selección olímpica de Italia (como hijo de italiano ostenta la nacionalidad) en Amsterdam 1928, cuando cada integrante debía ser universitario y jugar ad honorem.

El entonces presidente del Nápoli, Giorgio Ascarelli, le obsequió a Attila nada menos que un flamante auto de la marca Fiat, todo un lujo para un futbolista de la época. Sallustro, a su vez, llegó a donar cinco kilos de oro al Estado italiano para obras sociales.

El ítalo-paraguayo, de características similares a las de Arsenio Erico, integró el combinado nacional profesional italiano, pero siempre tuvo la sombra de Giuseppe Meazza, quien por una cuestión de regionalismo, más allá de su notable calidad, era casi siempre el centrodelantero titular. Incluso, tras el retiro de ambos, Meazza le gana a Sallustro una singular pulseada. El estadio San Ciro, de Milán, recibe el nombre de "Giuseppe Meazza", mientras que en Nápoles, el obispo de esa ciudad, sanguíneamente católica, se opuso al cambio del nombre del estadio San Paolo por el de Attila Sallustro, cuando la comuna ya lo había autorizado.

Sin embargo, el sector administrativo de dicho estadio sí fue bautizado con el nombre del "Babbio", que fue por mucho tiempo administrador, cuya memoria también se representa con un busto en un sector del que fuera escenario de gran parte de su vida.

No fue el único de sus hermanos que se inclinó hacia el fútbol. Además de la pasión que siente por este deporte don Octavio, también Orestes Sallustro jugó en Nápoli, junto con Attila. El final más trágico fue el de Oberdan Sallustro, ex jugador de Nacional de nuestro país, secuestrado y posteriormente asesinado en la Argentina (abril del 83), en manos del sangriento Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), liderado por el hoy indultado Gorriarán Merlo.

Attila Sallustro volvió al Paraguay, pero falleció en Roma, encendiendo una estrella que con los años habría de seguir una legión de jugadores compatriotas.
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