Brad Binder reconoce que "a veces hay que apostar y, a veces te va bien"

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Spielberg (Austria), 15 ago (EFE).- El surafricano Brad Binder (KTM RC 16), vencedor del Gran Premio de Austria de MotoGP reconoció que ayer se acostó "deseando conseguir un podio" y que "a veces hay que apostar y a veces te va bien".

"En carrera el neumático trasero me deslizaba mucho al principio y no conseguía avanzar, pero cuando vi que comenzó a llover, recorté mucho tiempo a la cabeza y llegué a su rueda, vi que Márquez echaba un vistazo atrás a ver qué iban a hacer y cuando todos entraron yo decidí arriesgar. La primera vuelta bien, pero las dos últimas fueron muy intensas, los frenos se enfriaron por completo y no podía parar la moto, no podía frenar. Era imposible", recordó el vencedor en Austria.

"Creo que es el periodo desde que llevo compitiendo que más tiempo he estado sin subir al cajón, pues había quedado algunas veces cuarto, pero tenía muchas ganas" explica Binder, quien aseguró que se emocionó cuando vio "que empezaba a chispear".

"Ahí vi mi oportunidad de remontar, porque en seco no tenía opciones, pero merecía la pena porque estaba corriendo en casa y tenía que arriesgar", insistió.

"Lo positivo de las últimas carreras para mí ha sido que he visto de lo que es capaz la moto, así que sólo tenía que trabajar en mí mismo y es mucho más sencillo así, porque tienes que trabajar duro para emular lo que hace tu compañero", continuó Brad Binder.

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"Es bueno tener un piloto al lado que sea rápido, porque te mantiene competitivo y te enseña. Esto es algo que me hace a mí mejor piloto", aseguró el piloto surafricano.

"Cuando vi que todo el mundo entraba sabía que era la oportunidad y me daba igual si me iba al suelo, fue una gran decisión durante la primera vuelta ya que en el primer sector iba muy rápido, en el segundo más o menos, y luego ya llegué a la curva cinco y estaba súper mojado", recuerda Binder, que reconoció que "cuando los neumáticos y los frenos estaban calientes era seguro, pero cuando se enfriaron se me hicieron eternas las dos últimas vueltas".

"Entonces recordé que mi hermano me dijo que estaba muy impresionado con el grip que tenían los 'slicks' en mojado y algo ha tenido que ver eso en mi decisión", afirmó.

Al referirse a la última vuelta reconoció que "ha sido un desastre pues vi que tenía una ventaja de nueve segundos con el segundo, pero no sabía si el que venía por detrás llevaba slicks o neumáticos de agua y pensaba que me podría dar caza, por eso empujé a tope, parando como podía la moto y acelerando en la salida de las curvas".

"Era virtualmente imposible mantenerse encima de la moto en la última vuelta; en la curva tres no conseguí parar la moto, solo funcionaba el freno trasero, pero se me cruzaba la moto y me fui recto. De alguna manera metí la moto en pista otra vez y en las curvas largas me daba la sensación que no avanzaba, así que estaba esperando que alguien me adelantara, pero cuando vi la bandera de cuadros fue una sensación de total alivio", destacó Brad Binder.

"No resulta fácil mantenerse en pista en estas condiciones y creo que hice la última vuelta muchísimo más larga de lo que debería, pero no hay nada que puedas controlar así y si no eres capaz de controlar la moto tienes que decidir si parar la moto o caerte y creo que adopté la decisión correcta", continuó Binder.

"Lo de hoy no ha sido una carrera en mojado, ha sido supervivencia. No intentaba ir rápido, solo estar encima de la moto por lo que he hecho una gran mejora en mojado este fin de semana, he entendido como pilotar con los Michelin en agua", aseguró el vencedor.