“La remontada es sobre todo una cuestión de motivación, de cabeza… En el Dakar, no hay nada perdido hasta el final, así que hay que estar listo para todo. Sé que todo es posible, así que voy a seguir atacando. No tiro la toalla”, aseguró al llegar al campamento.
“He atacado a tope hoy, hemos estado delante Nacho (Cornejo) y yo… En un momento dado he tenido un problema con el depósito de gasolina trasero, que no me funcionaba, y he perdido 6 o 7 minutos en repararlo, pero por suerte he podido continuar. Después he alcanzado a los colegas de Honda y hemos rodado bien juntos”, comentó sobre la octava etapa.
