“Urge encontrar el camino para que retorne el básquetbol”

Respecto a la falta de competencias, dijo: “El 2020 fue un año muy difícil y complejo para todos obviamente. Desde el punto de vista deportivo se cancelaron todas las competencias, inclusive las prácticas. Al inicio entramos en una cuarentena absoluta, lo que limitó de gran manera cualquier intento de mantenernos activos y entrenados. Con toda esa incertidumbre creo que muchos hicieron el esfuerzo por continuar entrenando inclusive durante el encierro y luego cuando pasamos a la cuarentena inteligente utilizando la modalidad a distancia, todo con la esperanza de poder volver a competir hacia fines del año. Cosa que no sucedió lamentablemente”.

Añadió que fue “muy frustrante no haber tenido competencia, más todavía considerando que varios países de la región sí lograron organizarse y llevar adelante sus competencias inclusive teniendo mayores índices de contagio que Paraguay”.

Sobre las esperanzas que dio la Confederación Paraguaya de Básquetbol, expresó: “Hacia fines del 2020 teníamos la esperanza de que tendríamos por lo menos un torneo corto, ya que tuvimos algunas reuniones con la CPB donde nos decían que había posibilidades de tener competencia antes de fin de año. Cosa que no se concretó inclusive con la confirmación de la ventana FIBA para fines de noviembre”.

Una de cal y una de arena. A nivel de representar a Paraguay en el torneo FIBA, señaló: “Ir a representar a tu país con la Selección considero que es siempre el máximo orgullo que un deportista puede llegar a sentir. Ese sentimiento en esta oportunidad fue opacado por un sentimiento de frustración, ya que para el momento en que fuimos convocados para empezar a entrenar, el básquet ya llevaba parado casi un año (la última competencia terminó en noviembre 2019). Imaginate lo que significó para nosotros no tocar una pelota en 12 meses y luego tener la exigencia de ir a competir contra los mejores equipos de Sudamérica, que para más, sí venían compitiendo en los últimos meses. De todas maneras, el grupo hizo un tremendo esfuerzo para ir a representar lo mejor posible al país, arriesgando nuestra salud por la situación del covid y con el riesgo sufrir alguna lesión debido a nuestra falta de ritmo y preparación para una competencia de esa exigencia”.

Sobre nuestro baloncesto fue categórico al decir que “el básquet actualmente está pasando un muy mal momento. Desde noviembre de 2019 estamos parados sin la oportunidad de competir, de trabajar y de hacer lo que nos apasiona. Es decepcionante para todo el colectivo de jugadores y estoy seguro de que lo mismo pasa con los demás grupos que trabajan en este deporte (cuerpo técnico, utileros, árbitros, etc.), la falta de compromiso de los distintos responsables de que se retome, con todas la medidas sanitarias, la práctica y competencia de nuestro deporte”.

Prosiguió: “Vemos varios otros rubros que se van habilitando, y no podemos entender por qué nosotros seguimos sin poder trabajar ni practicar nuestro deporte. Sumando el básquet masculino y femenino, unas 400 familias aproximadamente se benefician directa o indirectamente del básquet. Hoy hay personas que están pasando muy mal económicamente y no pueden esperar a ver qué pasa. Urge encontrar el camino para que retorne el básquetbol”.

Finalmente fue categórico al expresar: “Nosotros, en la Selección Nacional, respondimos con gran esfuerzo y compromiso al llamado de nuestras autoridades del básquet para representar al país en noviembre del 2020, es momento de que estas respondan a nuestro llamado, que ya venimos haciendo hace varios meses, a buscar la solución inmediata para volver a las canchas”.