De tal palo, tal astilla

El básquetbol debe ser uno de los deportes más fácilmente transferidos de generación en generación y, generalmente, practicado por familias enteras. En el reciente campeonato sudamericano juvenil, realizado en Asunción, al menos cuatro de las integrantes del plantel provienen de familias de ex jugadores de básquetbol: Karina Vega, Claudia Aponte, Andrea Gómez y Leyla Molas, quienes nos traen al recuerdo otros casos parecidos...

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El día en que "Chitón" y Jorge Zappatini jugaron juntos en la primera de Ciudad Nueva ha quedado grabado en la historia del básquetbol paraguayo: fue la primera vez que padre e hijo jugaban juntos en un equipo de primera, con una salvedad importante: Jorge era descendiente de uno de los doce campeones de Cúcuta. No sé si es el único caso. Al menos, lo es para mí, ya que no conozco otro.

Verlos a Andrés "Chachi" Gómez, a Eduardo "AIto" Aponte, a Angel Vega y a Dora "Chiquita" Montalbetti de Molas vibrar con sus hijas Andrea, Claudia, Karina y Leyla hizo que se encendiera la lámpara mágica de los recuerdos, y frotando los más profundos recovecos de la memoria, fueron surgiendo ejemplos, recientes y anteriores, de casos similares.


UN CASO UNICO: LOS VELAZQUEZ

Probablemente no haya un caso similar en el mundo: Aparicio "Bandera" Velázquez y Anselma Cardozo se conocieron jugando al básquetbol, en los años cincuenta. Ella fue doble campeona sudamericana: en 1952 y en 1962. El, campeón de Cúcuta, en 1955. Ella y él, como dice la canción de Perales, compartieron momentos inolvidables en Sol de América, donde jugaron. Anselma jugó también en Cerro Porteño, y "Bandera" en Nacional.

Del matrimonio de ambos nacieron tres hijos: José "Peté", el mayor, y los mellizos Francisco "Paco" y Jorge "Gordo" Velázquez Cardozo. Los tres, jugando juntos, fueron campeones con Sol de América, y por separado, lo fueron también en otros clubes. "Peté" tiene el récord de triples en un solo partido", 13, superando los 9 que durante años mantuvo Angel Vega como máximo encestador de tres puntos.


BOGARIN Y ECHAGÜE

Estas son otras dos familias dedicadas al básquetbol:
Jorge y Oscar Bogarín fueron también figuras de Ciudad Nueva, y como Zappatini y Velázquez, Oscar fue campeón en Cúcuta hace 50 años. Los hijos de ambos jugaron igualmente en el más famoso club de barrio dedicado al básquetbol: Víctor, hijo de Jorge -quien en su currículum registra también el haber sido presidente de la UFI- y José, hijo de Oscar.
Los tres hermanos Echagüe: Dionisia "Mami”, Nunila "Nuni" y Gualberto jugaron en Presidente Hayes. Nunila se casó con Angel Román Campos, basquetbolista y arquero del club, y Dionisia tiene como esposo a otro ex golero: Antonio Zaracho, que jugó en Cerro. Gualberto, por su parte, es padre de Gualbertito, nacido de sus nupcias con Graciela Alarcón, basquetbolista también. Todos ellos fueron internacionales y las hermanas Dionisia y Nunila, puntales del equipo campeón sudamericano de 1962.


CORDERO, GOROSTIAGA Y PERALTA

¿Quién no lo conoce a Edgar "Polo" Cordero?. Su figura se remonta a los años gloriosos del básquetbol paraguayo. Brilló en Cerro Porteño, equipo con el cual fue campeón en 1962, formando un equipo irrepetible con "Chocho" Yegros, "Pirulo" Genovesse, el "Negro" Calonga, Carlitos Montaner, el brasileño Bebeto, Catalino Salinas, Hugo Sosa Miranda y "Chacho" Fiorio, entre otros.

Pues bien, del "Polo" mayor descienden Edgar "Polito" Barrios y Edgar "Corderito" Cordero. Este último es el actual goleador del campeonato Metropolitano, al igual que su hermano y su padre lo fueron también, en su momento.

Nelson Peralta formó parte del último gran equipo de Cerro Porteño, junto con "Polito", "AIto" Aponte, Cabrera, Caffarena, Atilio Pereira. Es el papá de Nelson Junior, actualmente milita en filas de San José.

Y está también la descendencia de José Emilio Gorostiaga, otro campeón de Cúcuta, cuya hija Josefina es una de las figuras más importantes de la actual selección femenina de mayores que dirige Angel Vega.


HABLEMOS DE HERMANOS

Sería injusto no nombrar, en esta nota, a algunos hermanos que también hicieron historia, además de los que hasta aquí ya hemos consignado:
"Mamacha" y Estelita López Mena son dos figuras siempre recordadas. La primera fue campeona en 1952 y la segunda, diez años después.

Elisa y Edith Nunes marcaron época en el baloncesto paraguayo. Edith es la más grande entre las grandes. Fue hasta goleadora en un campeonato mundial y capitana del equipo campeón de 1962 en el que también formaba parte su hermana.

Igor y Kike de Mello jugaron en Ciudad Nueva. Igor es actualmente árbitro de primera división y Kike desapareció muy joven a raíz de un accidente motociclístico. Se llamaba Abner.

Víctor y Rubén Varela componen junto con los hermanos Couchonal y los Lima las dinastías más célebres de jugadores del Rowing Club. No conozco que descendientes de estos hayan llegado aún a primera, pero me consta que juegan básquetbol.

Giulio y Robert Laratro brillan en el baloncesto actual, lo mismo que Luis y Carlitos Gastó.

Recordados son también los hermanos Tapiolas. Uno, "Chicolino", jugaba en el Olimpia, el otro, Rubén, en el Deportivo Sajonia.

De la misma época son las hermanas Rosa y Nolberta López y las insuperables González de Cerro Porteño: Aída, campeona sudamericana en 1952 y en 1962, Nancy y Fanny, también campeonas en el ’62 y Ana, heroína de un heroica partido en el que Cerro Porteño -donde jugaban todas- le ganó a Sol de América apenas con dos jugadoras.

El actual presidente de la Confederación y experto electoralista Carlos María Ljubetic llegó a jugar junto a sus dos hermanos, en el Libertad de 1979: Fernando y Víctor. Este, a su vez, es padre de Víctor y Luis, ambos integrantes del plantel superior de la UAA.

En notas como esta, la lista nunca es completa ni definitiva. De modo que si alguien no es recordado, cúlpenle a la memoria frágil de este autor.
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