El 2-0 encajado en el estadio Antonio Vespucio Liberti frente a River Plate exige a Cerro Porteño a, como mínimo, ganar por el mismo marcador para ir a los penales, o vencer por tres goles de diferencia en adelante para avanzar a las semifinales.
Si bien es complicado, más por cómo juega el rival de turno, es algo que el Ciclón ya consiguió. Los números señalan que las veces que el cuadro paraguayo perdió en la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores supo revertir el marcador.
En 1998 fue contra Peñarol. El primer lance, disputado en el estadio Centenario, el 20 de mayo, Cerro Porteño cayó por 2-0. La serie parecía perdida, pero en la revancha, el 27 de mayo, el 3-0 gracias a Héctor Blanco, Miguel Domínguez y Juan Ángel Paredes posibilitó el pase azulgrana. El duelo se desarrolló en el Defensores del Chaco.
Al año siguiente, el Ciclón volvió a caer, y esta vez por 3-0, contra Estudiantes de Mérida, el 5 de mayo en el estadio Guillermo Soto. Siete días después, en el General Pablo Rojas, la remontada se concretó. El 4-0 fue obra de Mauro Caballero, Héctor Blanco, Gauchinho y Danilo Aceval.
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El 29 de agosto, ante su gente, Cerro Porteño recibirá a River Plate en La Nueva Olla, con el deseo de revertir la serie que por ahora, la gana el cuadro argentino por 2-0.