“Usamos la pelota para adueñarnos del partido. Nuestra idea era esa, presionar, no dejarlos jugar y ser agresivos en la recuperación, lo cual se vio en la primera parte”, comenzó repasando el adiestrador argentino.
“Creo que deberíamos haber aprovechado las ocasiones de gol; generamos mano a mano y desbordes con Blas Riveros que podrían haber terminado mejor para darnos un triunfo más cómodo”, apuntó luego el técnico.
“El partido tuvo ritmo y mucho esfuerzo, era lo que queríamos y estoy contento. Le generamos peligro a su defensa con la velocidad de Almirón y Blas Riveros por ejemplo pero creo que debimos marcar más goles”, dijo Berizzo.
Buena labor defensiva
El del combinado guaraní además destacó el buen trabajo de Paraguay en faceta defensiva. “Bulgaria no nos generó casi peligro y creo que fue mérito de Paraguay no dejarlos jugar, presionamos a su defensa, los obligamos a jugar largo, los ahogamos a los dos contenciones y no permitimos que la pelota pase por Popov”, explicó.
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Berizzo cerró diciendo que sabían que Popov es un jugador de mucho criterio que podía generar mucho en el centro del campo y que por ello el gran trabajo de los mediocampistas paraguayos fue clave para impedirle estar cómodo.