Después de haber firmado el tanto que ponía 2-1 arriba a su equipo, Marega se cansó de escuchar gritos de mono y cánticos racistas en su contra, por lo que decidió abandonar el césped once minutos más tarde.
Su entrenador se apresuró entonces en hacer un cambio de urgencia, dando entrada en su lugar a Wilson Manafa (71).
Algunos jugadores del Oporto y del rival Vitoria de Guimaraes trataron de persuadirle para que continuara jugando el partido, pero Marega siguió adelante y, muy enfadado, se retiró a los vestuarios, acompañado de miembros del cuerpo técnico de su club.
Marega, nacido en Les Ulis (periferia de París), jugó en el equipo de Guimaraes en el curso 2016-2017.
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En el momento de abandonar el césped y luego en el túnel, Marega dedicó gestos hacia la grada, levantando uno de sus dedos y también mostrando su dedo pulgar hacia abajo, en señal de desaprobación de la actitud de los hinchas que le gritaban.