Hasta este día, el Clausura contaba con un juego pendiente y ese encuentro era el clásico. Un clásico sin público por la pandemia, y jueves, por el apretado calendario. Y aunque parezca una frase gastada, un clásico siempre es un clásico.
Con la poca importancia desde los puntos, pero con toda la atención desde lo histórico, Cerro Porteño y Olimpia se presentaron en el Defensores del Chaco para una nueva edición de esta rivalidad que también cobraba interés por los 22 partidos sin caer del Ciclón, o por el primer clásico de Néstor Gorosito.
En el terreno de juego, el estilo de Francisco Arce borró al adversario, monopolizó la pelota, generó por las bandas mas no supo darle la puntada final. El Decano estuvo incómodo, desconectado y no encontró el balón.
Con el trabajo de Mathías Rojas y Ángel Cardozo Lucena, el elenco cerrista se impuso en el sector medio, donde Richard Ortiz ya estuvo condicionado por una amarilla desde los primeros minutos. Con la defensa franjeada dormida en un lateral, el campeón del Apertura elaboró la mejor acción de peligro. Alberto Espínola ganó la raya y se metió al área para el pase atrás. Casi desde el punto penal, Óscar Ruiz envió su zurdazo por encima del arco de manera poco creíble a los 22′.
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Al minuto siguiente, una acción colectiva finalizó en las redes decanas pero el tanto de Claudio Aquino fue revisado por el VAR y no subió al marcador. En medio de la superioridad de Cerro Porteño, Olimpia inquietó con un frentazo de Jorge Recalde que fue desviado por Miguel Martínez a los 29′.
A Roque Santa Cruz lo buscaban con pases largos e imprecisos y su presencia pasó desapercibida. Antes del cierre del primer tiempo, Alejandro Silva intentó sacar provecho de un error de Andrés Duarte. La mitad inicial se fue con claro dominador cuyo desempeño en el área no en sintonía con el resto de lo demostrado.
Gorosito apostó por Néstor Camacho para el complemento. Olimpia hizo tambalear a la defensa rival a los 49′, cuando Villasanti salvó a su valla de dos balones con destino de red de forma sucesiva. El Decano adelantó sus líneas y el juego se hizo más dividido.
Alfredo Aguilar impidió el gol de Ruiz a los 57′, quien recibió una asistencia de Aquino. Con el correr de los minutos, el desgaste hecho en el primer periodo se notó en el elenco de Barrio Obrero, que de igual manera mantuvo cierta ventaja en cuanto a la posesión.
El joven Robert Morales, formado en Olimpia, reemplazó José Ortigoza y su ingreso fue clave. El atacante de 21 años, le marcó el pase a Cardozo Lucena y dentro del área sacó un tiro cruzado que desniveló el tanteador. El 1-0 significó justicia. Herido, el Decano se fue para adelante y dejó espacios.
Aguilar salvó a su equipo del segundo. Las ganas franjeadas mantuvieron con vida el encuentro, ya que el Ciclón, desgastado, no lo liquidó y los nueve minutos de adición dejaban abierto el cotejo. Sin embargo, tal cosa no ocurrió y Cerro Porteño se quedó con total autoridad y con mejor exposición futbolística, con el clásico.
Además, el Ciclón extiende a 108 sus victorias sobre el rival de siempre, que está con dos menos. De igual forma, el cuadro de Arce amplía a 23 su racha de partidos sin perder.