El equipo de Goodison Park reclamó penal en una de las últimas jugadas del encuentro ante el City por una mano de Rodri dentro del área. Sin embargo, ni Paul Tierney, árbitro en el campo, ni Chris Kavanagh, en la posición del VAR, decretaron la pena máxima.
Esto llevó al Everton a elevar una queja ante la Premier, por lo que consideraron una decisión injusta y que influyó en el resultado del partido.
No dar el penal al Everton les impidió empatar el encuentro y les mantiene en la parte baja de la tabla, a solo un punto por encima del descenso. Además, con la victoria, el City amplía su ventaja con el Liverpool a los seis puntos, aunque los ‘Reds’ aún tienen un partido menos por jugar.
“Mi hija de tres años en casa sabe que eso fue penal”, se quejó Frank Lampard, DT de Everton.
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