A este Olimpia le podrán faltar muchas cosas, menos garra. Entró con todo, fuerza, entrega, determinación, acorralando al “Fla”, decidido a igualar la serie y luego volcarla a su favor. No era fácil.
El panorama se presentaba inmejorable hasta que Richard Ortiz fue amonestado por “atender” a Bruno Henrique, el autor del gol al desviar el lanzamiento libre del uruguayo De Arrascaeta.
Cosa de grandes. Nada de bajar los brazos. Era levantarse y seguir para adelante. Recuperación inmediata. Corrida de Cardozo por derecha, envío aéreo y conexión de Tito Torres entre los centrales para establecer la paridad.
Un típico partido de Copa, con dientes apretados. Algunas complicaciones defensivas. El elenco franjeado pisó el campo con firmeza, propuso un juego de igual a igual contra un rival top, haciendo aún más meritoria su propuesta. Cuando tuvo que tomar respiro replegaba sus líneas y al recuperar energías, de nuevo al frente.
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La planificación fue buenísima. Como llegar a la perfección es difícil, más por el grado de dificultad que genera las cualidades del adversario, el único punto tal vez cuestionable a Chiqui Arce sería la ubicación, una vez más, de Ale Silva como marcador de punta. A esta altura pasa a ser un detalle.
El segundo tiempo fue un vendaval olimpista. El 2-1 se produjo tras un córner de Zabala y el frentazo del capitán Ortiz, siempre presente en momentos decisivos.
Nada de meterse atrás con la serie emparejada en dos. Era para liquidar el expediente en tiempo normal y así lo hizo el Decano, plantando bandera en su certamen favorito. La explosión de júbilo mayor se dio con el cabezazo de Bruera luego del envío del “Topo”. Una diferencia necesaria y merecida para el equipo que jugó con pundonor y que no tiene techo.
Cuando parecía una semana negra para el fútbol paraguayo, Olimpia sacó a relucir toda su estirpe para dejar de lado a Flamengo, que económicamente lo supera ampliamente, pero que en materia futbolística quedó corto por la garra del Rey de Copas, que tiene un plus especial: su gente.
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Olimpia: “Ellos son unos leones”, dice Chiqui Arce
Francisco Chiqui Arce, en su quinto partido dirigiendo a Olimpia tras su retorno, logró anoche un triunfo trascendental frente al Flamengo y clasificó al Decano a cuartos de final de la Copa Libertadores, rompiendo además una racha personal negativa contra los equipos brasileños en este torneo.
“Nosotros lo hicimos casi de manera perfecta, nos convirtieron rápido, pero los muchachos consiguieron reponerse y nos permitieron trabajar como lo habíamos planeado. Ellos son unos leones. Hemos conseguido vencer al último campeón, a un gran equipo, difíciles de sostener y marcar, hoy nuestros muchachos hicieron todo eso y conseguimos marcar tres goles y no fuimos a los penales”, analizó el entrenador.
“Cuando más necesitábamos sobrepasamos nuestros límites, porque era necesario, porque sino no íbamos a lograr eso que conseguimos hoy. La institución, la gente y los jugadores tienen ese algo más que se necesita, no hay una vara para medir esa intensidad a favor, pero se sentía”, agregó.
Encendida pasión franjeada
La creación del mosaico en Este (Plateas/Vip Albirroja) para el recibimiento demandó mucho esfuerzo, recompensado con el gran triunfo y el paso a octavos de final. Fueron días de arduo trabajo para la definición, tanto del diseño como la frase, desechando varias opciones.
El factor sorpresa quedó de lado cuando poco después del mediodía, organizadores y voluntarios ingresaron al estadio para el ensayo. “Olimpia de mi vida”, el sentido mensaje de apoyo para el choque crucial contra Flamengo. La imagen inundó las redes sociales en un flash.
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Fueron 12.000 cartulinas reunidas por el staff que debió golpear puertas para la elaboración de la obra de arte efímera. Enorme trabajo esfumado en minutos. Una demostración de una pasión encendida y entusiasta.
A esa altura, la afición ya había hecho su tarea. Quedaba la respuesta del equipo, que fue óptima. Una nueva muestra de fuerza de la nación franjeada que festeja.