De forma prematura Cerro Porteño generó su primera acción clara, con una acción que se gestó con un cambio de frente de Robert Piris da Motta, que encontró a Blas Riveros en proyección ofensiva, el lateral con un pase diagonal, habilitó a Jonatan Torres, quien tras imponerse físicamente a la marca de Lucas Morales, lanzó un pase elevado entre los defensores y el arquero Gastón Olveira, este mientras aguardaba emnolsar el esférico se vio superado por la irrupción de Cecilio Domínguez, quien con un control orientado dejó fuera de acción al portero franjeado, y con el arco libre, definió de forma mordida, desperdiciando así la primera ocasión clara del partido.
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Apenas un minuto después, Olimpia logró inaugurar el marcador con un gol que nació en una recuperación en terreno adversario. Tras un lateral defensivo de Blas Riveros que cayó en la posición de Jonatan Torres, cuyo control largo fue correctamente interpretado por Rodney Redes, este rápidamente prolongó el avance hacia el joven Tiago Caballero, quien con un control orientado dejó atrás el intento de anticipo de Matías Pérez. Luego, se apoyó en Iván Leguizamón, quien arrastró la marca de Domínguez Huertas y con una “asistencia tácita”, sin tocar el balón, dejó el carril libre a Hugo Quintana, el volante recibió al borde de la medialuna y sacó un derechazo con el exterior del pie, colocando el esférico pegado al poste izquierdo del portero Alexis Arias.
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Pese al dominio azulgrana en el trámite, el que daba mayor sensación de peligro era el franjeado. Cerca de la media hora del partido, estuvo a punto de duplicar la ventaja en una acción que tuvo su origen en un tiro libre lateral de Hugo Quintana, quien buscó el área, donde, ante la arremetida de Manuel Capasso, produjo el rechazo corto de Matías Pérez, que cayó en la zona de rebote, al borde de la medialuna, donde Rodney Redes sacó un zurdazo de primera que encontró la posición firme de Alexis Arias. La última línea azulgrana no pudo despejar el esférico, que le quedó a Manuel Capasso, quien se vistió de delantero para, en la zona caliente, hacer pasar de largo la barrida de Riveros y encontrar el resquicio para sacar un tiro colocado. Sin embargo, el arquero azulgrana lo intuyó bien y volvió a mantener el arco en cero.
A pesar de la falta de profundidad en su juego, Cerro Porteño logró generar peligro a través de la pelota quieta. Un tiro libre de Cecilio Domínguez al primer palo encontró la cabeza de Jonatan Torres, quien, en medio de los defensores, aplicó un cabezazo que pasó rozando el poste derecho de Gastón Olveira. Ante la carencia ofensiva del equipo, el zaguero Gustavo Velázquez decidió sumarse al ataque, tras recibir un pase de Robert Piris da Motta, se proyectó como un lateral, rompió líneas y llegó hasta el fondo, desde allí, lanzó un centro raso al primer poste, donde Jonatan Torres conectó un puntazo que salió cerca del palo izquierdo del arquero uruguayo, quien en su regreso a la titularidad, no estaba siendo exigido a fondo por el rival.
La segunda mitad comenzó con el mismo guion: un dominio infructuoso de Cerro Porteño y un Olimpia cómodo en su postura cautelosa, siempre a la espera de ejecutar transiciones rápidas. El Franjeado mantuvo su pragmatismo y logró duplicar la diferencia con una jugada construida con paciencia. Rodrigo Pérez ensanchó el campo por la derecha y luego cedió el balón al centro para Rodney Redes. Este, sin oposición, recibió en tres cuartos de cancha y sacó un potente disparo, que en su trayecto se desvió ligeramente en el pie derecho de Piris da Motta, ganando elevación y complicando la reacción del portero Alexis Arias, quien no pudo contener el remate que se coló en el ángulo derecho de su arco.
Superada la hora de juego, Cerro Porteño finalmente encontró el gol del descuento, una anotación que nació de una jugada a balón parado. Tras un rechace de la defensa de Olimpia en un tiro libre, Robert Piris da Motta recuperó el balón y lo devolvió al área. Allí, Gustavo Velázquez se impuso en las alturas y direccionó el esférico hacia Luis Amarilla, quien, al recepcionarla, recibió una falta de Rodrigo Pérez, quien embistió al delantero por la espalda con su hombro. Tras la revisión del VAR, se sancionó la pena máxima, de la que se encargó Federico Carrizo, quien con una sutil ejecución, picó el balón por el centro de la portería, mientras Gastón Olveira se había lanzado hacia su costado derecho, impotente ante la definición.
Solo tres minutos después del gol de Cerro Porteño, el “Decano” tuvo la oportunidad de volver a estirar la ventaja a dos goles. En una jugada aislada, Adrián Alcaraz bajó el esférico a la posición del zaguero Manuel Capasso, quien permanecía en ataque tras una acción a balón parado. El derechazo de primera del defensor argentino impactó en la mano abierta dentro del área de Fabrizio Peralta, que derivó en la sanción de la pena máxima, de la que se encargó Iván Leguizamón, con una ejecución cruzada y esquinada, que encontró la fantástica respuesta de Alexis Arias. El portero se lanzó abajo hacia su costado izquierdo y logró desviar el balón, manteniendo viva la posibilidad de una reacción para su equipo.
Tras esa acción, el entrenador de Cerro Porteño, Diego Martínez, envió al campo de juego a Gabriel Aguayo e Ignacio Aliseda. Estos dos cambios serían clave para el desenlace del partido. Ambos fueron determinantes en el gol del empate. El joven extremo aprovechó la debilidad defensiva que Héctor David Martínez había mostrado por la banda izquierda, en error de cálculo del lateral franjeado permitió que Aguayo ganara la línea de fondo y enviara un centro elevado, que cayó en la posición de “Gordito” Aliseda, el argentino con un certero cabezazo, colocó el esférico al poste más lejano de Gastón Olveira, quien solo pudo observar cómo el esférico pegaba en el palo izquierdo y se metía en la portería.

Finalmente, a dos minutos de que se cumpliera el tiempo reglamentario, el “Ciclón” pasó al frente. Una vez más, Gabriel Aguayo participó en la gestación del tanto, aprovechando la pasividad defensiva de Héctor David Martínez, ganando por la banda derecha, metió un centro pasado que encontró la posición de Ignacio Aliseda. Este, de espaldas al arco, buscó el apoyo de Blas Riveros, el lateral no solo le devolvió el balón, sino que lo dejó perfilado de frente a la portería. El argentino, con un disparo colocado, tuvo nuevamente la complicidad del poste derecho de Gastón Olveira para que el balón terminara en el fondo de la red, para llegar al segundo de su cuenta personal, que no solo aseguró los puntos y el afianzamiento en la punta para el “Ciclón”, sino que también cortó la racha de 13 partidos sin poder vencer a Olimpia.
Arnaldo Gabriel Benítez (@GaboBenitez_5)