/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/OOFK5PNNPREZ3A5TF3RDBFAUHE.jpg)
Cargando...
Éver Hugo Almeida debutaba un 4 de febrero de 1973 en la Copa Libertadores defendiendo el arco de Olimpia, ante nada más y nada menos que el rival de siempre, Cerro Porteño. Aunque no fue un buen debut, ese día se dio inicio a lo que luego sería una leyenda de la competencia internacional más importante a nivel de clubes de Sudamérica. Jugó 113 encuentros y disputó 16 ediciones.
El exjugador que ahora es entrenador y comentarista radial, se inició en la Libertadores con una dura derrota de 4-2 ante Cerro Porteño, en el antiguo estadio de Puerto Sajonia. Si bien fue un mal inicio para Almeida, el destino le preparaba un camino lleno de glorias en la Copa.
El debut de Éver Almeida estaba en duda en esos días, pues el titular era José de la Cruz Benítez, pero finalmente el entrenador decano de ese entonces, José María Rodríguez, decidió hacer debutar a Éver con 25 años. Ese año, en 1973, Olimpia quedó eliminado de la Copa en primera ronda, tras cosechar tres triunfos y tres derrotas. Con seis puntos (las victorias aún valían dos puntos), el franjeado quedó detrás del tradicional rival, que ganó el grupo.
Con el correr del tiempo, Almeida fue una pieza inamovible en todos los equipos de Olimpia. En su séptima participación, en 1979 se dio el lujo de conquistar la preciada Copa Libertadores, algo casi imposible hasta ese entonces para el fútbol paraguayo. El ahora entrenador fue clave con actuaciones memorables en la portería decana.
No contento con ello, volvió a disputar una final continental una década después, esta vez la Copa le dijo que no, pero al año siguiente, en 1990, Olimpia, de la “mano” de Éver Hugo Almeida volvía a conquistar América. Almeida además nunca vio siquiera una tarjeta roja en la Copa Libertadores y fue el primer arquero en anotar un gol en la competencia.
Para completar su brillante relación con la Libertadores, Éver estuvo a punto de alcanzar otro récord más, que era la de coronarse campeón como entrenador. Dirigiendo a su eterno Olimpia, llegó a la final del 2013, cayendo en tanda de penales ante Atlético Mineiro en el mítico estadio “Mineirao” de Belo Horizonte.
Solamente seis históricos se consagraron campeones de la Copa Libertadores como jugador y entrenador. Ellos fueron Humberto Maschio, Roberto Ferreiro, Luis Cubilla, Juan Martín Mujica, José Omar Pastoriza y Nery Alberto Pumpido.