Cerro Porteño disputa el segundo partido de la jornada nueve, la ronda que reinicia el torneo Apertura. Los jugadores citados por Francisco Arce irán directo a la Nueva Olla cuando resten horas para el comienzo del duelo contra Libertad. Antes, desayunan y almuerzan en sus respectivos hogares. “Preparé un protocolo que consiste en preparaciones que yo hacía personalmente más bebidas deportivas, algunas frutas, algunos tipos de cereal, que tengan hidratos de carbono y para post partido, ya tenemos una suplementación que es más práctica. Vamos a limitarnos al uso de suplementos proteicos. Simplemente cargan polvo al hopy y listo. Esa es una solución interesante en este tiempo”, cuenta Esteban Rivarola, el nutricionista del Ciclón.
Rivarola explicó que la pérdida de peso durante la exigencia de un partido depende de cada jugador. “Llegué a encontrar hasta cuatro litros perdidos en un jugador. Es mucho, era una máquina de sudar. El jugador está obligado a recuperar eso. Es como salir a romper fibra y la única forma de reparar es cargando otra vez metabolitos para que las hormonas reparen las fibras”, agregó. El profesional comentó que las pastas en el almuerzo es un aprendizaje que trae el futbolistas desde las divisiones formativas. Entonces, es el principal plato de comida durante el medio día.
El nutricionista manifestó que el protocolo genera complicaciones para una alimentación contralada por el profesional después de los partidos ya que los futbolistas deben retirarse rápidamente a sus domicilios, pero destacó que durante el encierro, el plantel adquirió un hábito para una buena comida. “Nosotros estábamos acostumbrados a las concentraciones. Complica aunque ellos ya tienen las indicaciones por el tiempo que estuvimos entrenando en casa. Ellos se educaron en ese sentido. Saben qué y cuánto tienen que consumir. El jugador adquirió un hábito, es un aprendizaje porque el día de mañana pueden ir a un club que no tiene nutricionista. Yo también aprendí a los jugadores que vinieron de Europa. Ellos tienen la indicación de sus propias bebidas”, agregó.
Rivarola, quien trabaja en el Azulgrana desde 2016 gracias a las recomendaciones de Bruno Valdez, Junior Alonso, José Ortigoza, entre otros, agregó que el papel del nutricionista es fundamental en un equipo. “El papel del nutricionista en el fútbol paraguayo viene de hace seis o siete años desde que los clubes de primera comenzaron a tener nutricionista, ahora ya está bien posicionado, porque se dieron cuenta de la importancia de tener un buen combustible que provea energía de buena calidad. Si hay un atleta que tiene un buen cuerpo al final tendrá que cargar un buen combustible para aprovechar la máquina que tiene”, culminó.
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