Cerro Porteño está obligado a remontar la serie de los octavos de final para continuar en la Copa Libertadores. El Ciclón va por un Maracanazo contra Fluminense: debe dar vuelta el 0-2 para superar la ronda y enfrentar a Barcelona de Guayaquil en la llave de los ocho mejores. Aunque parezca difícil, no es imposible y el Azulgrana, en la historia del certamen, escribió noches épicas. En la década del noventa, registró tres victorias por goleada después de caer en la ida por una buena diferencia y sin marcar.
A pesar de que los antecedentes, Cerro definió y logró clasificar en Asunción, tuvo la capacidad de enaltecer el mote de “Ciclón”. En 1992, después de perder 2-0 el primer juego de los octavos en la altura de La Paz contra el Bolívar, el Azulgrana goleó 3-0 a la Academia en la vieja Olla con goles de Francisco Arce, Claudio Da Silva y Gustavo Sotelo. Seis años después, en cuartos, sacó a un campeón de América: Había perdido 2-0 contra Peñarol en Montevideo, pero derrotó 3-0 al Carbonero en el Defensores con los tantos de Héctor Blanco, Miguel Ángel Domínguez y Óscar Ferreira.
A la edición siguiente, en 1999, otra vez en cuartos, el rival fue el Estudiantes de Venezuela. En Mérida, el local triunfó por 3-0, un sorpresivo resultado, pero que no fue imposible superar. En el General Pablo Rojas, con un gol de Mauro Caballero, uno de Héctor Blanco, otro de Guachinho y hasta uno del arquero Danilo Aceval, de penal, permitieron a Cerro ganar por 4-0 y acceder a las semifinales. Esta vez, los dirigidos por Francisco Arce van por la épica lejos de Asunción. Desde las 18:15, visitan al Tricolor carioca, rival al cual enfrentaron por única vez en Río de Janeiro en 2009.
Datos: Rubén Darío Orué, periodista de ABC
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