Kruse entró en un club selecto a lo grande, con tres tantos en tan solo 22 minutos que prácticamente sellaron la salvación del Wolfsburgo, undécimo a nueve puntos de distancia del Stuttgart, último equipo que ahora mismo perdería la categoría a falta y que tiene que disputar cuatro partidos.
El veterano ariete (34 años) igualó a otros cuatro futbolistas que este curso han podido hacer tres dianas en un partido: el polaco Robert Lewandowski, que marcó para el Bayern Múnich al Colonia y al Hertha Berlín; el togolés Ihlas Bebou, con el Hoffenheim al Greuther Fürth; el francés Moussa Diaby, para el Bayer Leverkusen al Augsburgo; y Sèrge Gnabry, con el Bayern al Stuttgart.
Sin duda, el rey del triplete esta temporada en un equipo de la Bundesliga es Lewandowski, que a los dos ya citados añadió otro par tras marcar tres tantos al Benfica y al Salzburgo en la Liga de Campeones.
En la misma competición, Christopher Nkunku consiguió tres tantos para el Leipzig en el choque de la fase de grupos que disputó ante el Manchester City, mientras, que en Copa, Erling Haaland (Borussia Dortmund) también celebró tres goles en el que fue su primer partido oficial del curso. Su víctima, fue el Wehen Wiesbaden.
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El único que ha conseguido marcar más de tres goles en un partido de la Bundesliga esta temporada ha sido Eric Maxim Choupo-Moting. Hizo cuatro, también en la Copa de Alemania en una goleada escandalosa del Bayern Múnich al Bremen SV, que perdió 0-12.
Este viernes, en el primer encuentro de la trigésima primera jornada, el turno le tocó a Kruse, que siguió la estela de Lewandowski, Bebou, Diaby y Gnabry.
Se estrenó a los 24 minutos desde el punto de penalti con el segundo del Wolfsburgo; a los 35, con un túnel al portero Robin Zentner, hizo el tercero; y cerró su cuenta particular justo antes del descanso tras definir a la perfección un centro de Yannick Gerhardt.
Jonas Wind, con un doblete, se unió a la fiesta de Kruse y, entre los dos, con una primera parte de ensueño en la que aplastaron al Mainz con cinco goles en 45 minutos, impulsaron al Wolfsburgo hacia una salvación casi segura.