El Nápoles fue netamente superior en el primer acto. Victor Oshimen ya vio portería antes de que se cumplieran los cinco minutos de juego, pero el árbitro anuló el gol. Le respondió David López, debutante como el joven Rodrigo Riquelme, con un cabezazo a saque de esquina que se fue fuera.
El excapitán del Espanyol volvió a ser protagonista, en este caso negativo, en el minuto 27. Hirving Lozano envió un pase de la muerte al área y David López introdujo la pelota en su propia portería al intentar evitar que llegara a Oshimen. El Nàpoles pudo volver a marcar con disparos a puerta de Fabián Ruiz e Hirving que repelió Juan Carlos Martín.
Los italianos dominaron el balón de manera indispensable en la primera parte, con André Zambo Anguissa y Stanislav Lobotka protagonistas en la sala de máquinas, y el Girona sufrió para enlazar pases y llegar a campo rival. Antes del descanso solo pudo volver a inquietar al Nápoles con un disparo desviado de Óscar Ureña, tras una conducción de Riquelme.
Míchel dio entrada a Yan Couto, Samu Sáiz y Taty Castellanos en el entretiempo y cambió el 5-2-2-1 por un 4-3-3, con David López como pivote. Y el cambio funcionó, porque el Girona dio un pase firme hacia adelante y comenzó a inquietar. El premio no tardó en llegar: en el 56', Samu Sáiz filtró un bello pase al área y Castellanos superó a Alex Meret al primer toque.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El conjunto rojiblanco pudo hacer el segundo gol poco después, con un disparo al palo de Couto tras una gran acción colectiva. También pudo marcar el Nápoles, con dos remates de cabeza de Oshimen y Leo Östigard. El 2-1 acabó llegando en el 78', cuando Petagna aprovechó un desajuste defensivo visitante para batir a Juan Carlos con un tiro cruzado.
Y justo después cayó el 3-1 definitivo, fruto de un penalti por manos de Yan Couto que no pareció tal. Lo marcó Khvicha Kvaratskhelia en el 80', engañando al cancerbero rojiblanco.
