Repitió lugar, como anfitrión, el conjunto blanco. Un restaurante Zalacaín, situado a 2,3 kilómetros del estadio Santiago Bernabéu que es el emplazamiento elegido de forma habitual por Florentino Pérez para este tipo de encuentros que se retomaron la pasada temporada tras la vuelta a la normalidad después de la pandemia del coronavirus y que a su homólogo azulgrana le trae buen recuerdo, ya que, por ello, comió en este mismo lugar el día antes del 0-4 del pasado 20 de marzo.
Ambos presidentes y sus juntas directivas conocerán mientras comen el once titular del Real Madrid, ya que el italiano Carlo Ancelotti acostumbra a darlo dos horas antes del encuentro. Podrán comentar juntos la elección del técnico, con la gran duda de si el uruguayo Fede Valverde o el brasileño Rodrygo Goes ocuparán la banda derecha del ataque madridista.
La comida empezó con retraso. De los presidentes, fue Florentino Pérez el que llegó primero, pero ocho minutos más tarde de la hora acordada (13:00). Bromeó al ver tanta prensa congregada: “Ni que se fuera esto un Real Madrid-Barcelona”, dijo entrando al restaurante sonriente y levantando las manos para saludar.
Ocho minutos después llegó Laporta, con gafas de sol y sin querer hacer declaraciones a pesar de la gran expectación.
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