Sampaoli advirtió de "la dificultad" de jugar "contra un equipo consolidado" cuando el Sevilla está "en vías de esa consolidación" y es consciente de que "los puntos no vienen por casualidad o por querer, vienen por el juego", algo "más difícil de lo que parece" cuando se empieza "a trabajar con la competición empezada".
El técnico santafesino se felicitó por poder "seguir trabajando más allá de las ausencias" por diversos problemas físicos, ya que "el equipo crece desde lo colectivo", y así informó de que Isco podrá jugar mañana, al contrario que Fernando, quien aún "no pudo superar su dolencia", o Rekik, que "está recuperando paulatinamente" pero "no está para jugar 90 minutos".
Además, Sampaoli dio el parte de sus dos internacionales marroquíes, el portero Yassine Bono, que "tiene un problema en el isquiotibial que no le permite trabajar con normalidad" y será duda hasta última hora, y el delantero Youssef En-Nesyri, a quien "le va a llevar poco tiempo de recuperación, seguramente sólo una semana".
El preparador sevillista ha incorporado a los entrenamientos al centrocampista del filial Carlos Álvarez, a quien "conocía antes de venir" y pensaba "que podía ser promocionado a corto plazo" porque posee "algunas particularidades que lo pueden llevar en algún momento a ser parte del plantel" pero aún no sabe cuándo.
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Jorge Sampaoli aseguró que la política de cara al mercado invernal "todavía está en evaluación, ahora toca tener un conocimiento real de la plantilla" puesto que "sólo hay una ficha vacía, por otro lado", aunque valoró la "gran predisposición de los jugadores para adaptarse a la nueva idea".
El entrenador argentino cree que "desde la contundencia", el Sevilla debe "tener más volumen de ataque" porque "jugando como en Mallorca es muy difícil ganar" pero puntualizó que "la plantilla se construyó" con "muchos jugadores que juegan al pie, sin ruptura", y así "no se agrede al rival".