“En lo que pensamos es en ganar para quedar primeras. Al final, si un equipo como el Lyon queda segundo quizá es porque se merece quedar segundo. No tengo ni idea. Hay momentos de la temporada en los que estás mejor y otros en los que estás peor. Igual después el Lyon da un subidón”, añadió la defensa azulgrana en declaraciones ante los medios presentes en el Camp Nou.
Si el Barça vence al Rosengard, se asegurará la primera plaza del grupo D y así disputará la vuelta de los cuartos de final en casa ante un segundo de grupo. De todas maneras, la proximidad de las fechas navideñas, la poca entidad del rival y el horario, las 21h (CET), no hacen presagiar una gran entrada en el feudo azulgrana. “Un poco antes te vas a ver las luces de Navidad de Barcelona y luego te vienes”, dijo Mapi, sonriente, para animar a los seguidores.
En el último tramo de partidos, equipos como el Bayern Múnich (derrota por 3-1) y la Real sociedad (triunfo por 2-1) han logrado encontrarle los puntos débiles al conjunto de Jonatan Giráldez.
“Nos gusta tener el balón, jugar en campo contrario, hacer la presión cerca cuando perdemos el balón para evitar que salga el equipo rival, etcétera. Es fácil, entre comillas, que el rival sepa cómo vamos a jugar”, admitió Mapi. “En el momento en el que son más rápidas o tú estás más torpe o imprecisa es lo que hay, es que estás jugando a eso. Estás jugando a un estilo muy definido”, añadió.
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Y una de las cosas que más incomoda al conjunto azulgrana es la presión alta del rival. “Que el rival presione arriba tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Que presionen arriba significa que detrás dejan un uno contra uno. Por lo tanto, dependemos de duelos. Si ganamos el duelo tenemos mucho qué hacer. Pero si no hacemos las cosas bien puede que nos pase como en Múnich”, analizó la central española.