Lo intentó de todas formas el Brighton, consciente de que una victoria lo habría posicionado en una situación idónea para asaltar las plazas de competición continental, incluso la Liga de Campeones, pero le faltó el gol y, de repente, se quedó sin nada. Sin los puntos, sin la racha de cinco encuentros invicto y sin la sexta posición, superado ahora por el propio Fulham.
El 0-1 surgió de la ofensiva del Brighton, de una perdida de balón que activó a Carlos Vinicius, que lanzó a la carrera hacia la portería contraria a Solomon, cuya definición fue perfecta para reencontrar con la victoria como visitante al Fulham, tras dos partidos sin vencer lejos de su estadio.
