Una hora antes del choque salieron las alineaciones de ambos conjuntos. La referencia de Osasuna en la punta de ataque era el Chimy. El de Rosario salió a calentar tras superar sus problemas en el sóleo. La mala fortuna hizo que sintiera unas molestias justo antes de empezar. Budimir le sustituyó y su compañero tuvo que ver el devenir del duelo desde la grada.
Fue en uno de los palcos del estadio cadista donde se dio una situación de esas que quedan grabadas. El pequeño Cristian, ataviado con la elástica rojilla del centenario, accedió al habitáculo para llevarse las manos a la cabeza en cuanto vio a su ídolo. No se lo creía y se fue directo a darle un abrazo.
Ante los patentes nervios del chaval, Ávila le pidió que no llorase antes de inmortalizar el momento con una instantánea. Segundos después, y tras firmar una cartulina, el jugador le prometió su camiseta al finalizar la cita.
El vídeo fue subido por su tío a Twitter (@david_beriain_). “Es mi sobrino y es la persona más feliz del mundo. Gracias, Chimy, por permitir que su sueño se cumpla. Por tu cercanía, sencillez y empatía, grandes virtudes y grandes valores. Uno de los nuestros. ¡Gracias!”.
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De esta forma, el Chimy recuperó la sonrisa por unos momentos después del varapalo sufrido por no poder vestirse de corto a tan solo 11 días de al final de la Copa del Rey. Queda pendiente saber el alcance de lo que sucedido ayer.