“El mensaje de tener el balón y de ser fieles a nuestro modelo de juego. Antes del partido era la idea. Empezamos perdiendo, pero este equipo siguió creyendo en la idea de juego”, dijo en rueda de prensa.
“Lo importante era ganar; no los goles. Ahora estoy pensando en la recuperación, con un viaje mañana… contentos de llegar a la final y lo importante ahora es seguir mejorando las cosas y llegar en las mejores condiciones a esa final”, añadió.
Un Santi Denia que analizó sus decisiones para minimizar el impacto de Mykhaylo Mudryk en el partido.
“Los entrenadores estamos para intentar ayudar a este grupo de grandes jugadores. En el primer tiempo, cuando nos giraban la pelota a nuestra banda derecha, sufríamos con Mudryk; e intentamos hacer algún cambio táctico. Cuesta romper esa sinergia Miranda-Sergio Gómez, pero el partido demandaba un cambio. También la posición de Baena y Blanco, teniendo este tarjeta… Quizá lo tenía que haber hecho un poco antes”, señaló.
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Por último, reconoció que hubiese preferido no tener que viajar de Rumanía a Georgia para la final, a la vez que ensalzó su estancia en Bucarest.
“Hemos estado muy bien aquí en Bucarest, con las instalaciones y la organización de UEFA y de la Federación Rumana. Todo estaba a la perfección y nos hubiera gustado jugar aquí la final, pero ahora toca ir a Georgia y estamos encantados también”, comentó.