Dele Alli contó este jueves, en un podcast con Gary Neville, los difíciles momentos que vivió cuando era pequeño. El jugador de 27 años, actualmente en el Everton de la Premier League de Inglaterra, reveló que fue abusado sexualmente, que comenzó a fumar a los 7 años y que a los 8 empezó a traficar drogas. Tuvo madre alcohólica y un padre que estaba en África.
“A los seis años sufrí tocamientos de parte de un amigo de mi madre, que venía a menudo a casa. Mi madre era alcohólica”, relató Alli a The Overlap. “Luego fui enviado a África (a casa de su padre) para aprender disciplina y después me mandaron de vuelta a Inglaterra. A los siete años comencé a fumar, a los ocho años a vender droga”, comentó el futbolista.
Alli traficaba droga andando en bicicleta y llevando un balón de fútbol consigo. “Una persona de más edad me dijo que no detenían a un niño en bicicleta, así que pedaleaba llevando mi balón de fútbol y debajo escondía la droga. Tenía ocho años”, detalló el atacante, que en 2017 fue subcampeón de la Premier League y, en 2019 vice de la Champions League con el Tottenham.
El ex Spurs señaló que fue adoptado por una familia cuando tenía 12 años. “A los doce años fui adoptado por una familia extraordinaria. No habría podido soñar con mejores personas para ocuparse de mí”, añadió el inglés, que vistió la camiseta de la selección en 37 oportunidades, alcanzando las semifinales del Mundial Rusia 2018.
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“Desarrollé una dependencia a los somníferos y es probablemente un problema que no soy el único en tener. Creo que está más extendido de lo que la gente cree en el fútbol”, aseguró, explicando que pasó por un cura de desintoxicación, por seis semanas, de la que salió “reforzado mentalmente”, aseguró Alli en la charla con Neville, a quien agradeció por la entrevista.