El niño y su padre, identificados como Benjamín y Gkohan, ganaron notoriedad después de que el menor relatase a un periodista que vendieron la playstation y la moto de su padre para costearse el viaje a Río, para acompañar a Boca en la final, aunque no tenían entradas.
"¡Mirá lo que es esto, esto es Boca, loco! ¡Dale, Boca!", gritaba el joven enardecido, en medio de la fiesta multitudinaria que organizaron los hinchas del equipo argentino en la playa de Copacabana de Río, en vísperas de la final de la Libertadores, que juegan contra Fluminense este sábado en el estadio Maracaná.
La agencia Absolut Sport, socio oficial de la Conmebol, informó de que luego de conocer la historia, decidió regalar entradas para Benjamín y para su padre, además de dos noches de hotel.
Padre e hijo viajaron a Río desde Caballito, en Buenos Aires, en una furgoneta, según informó la fuente.
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