Un resultado que permitió a los de Raffaele Palladino contrarrestar el gol de ventaja con el que afrontaba la vuelta el conjunto heleno, que en poco o nada se pareció al que se impuso por 3-2 hace una semana en Atenas.
Si en el encuentro de ida el Panathinaikos ya dominaba a los veinte minutos de juego por 2-0, este jueves en el Artemio Franchi los del portugués Rui Vitoria no firmaron ni un solo disparo entre los tres palos.
Todo lo contrario que el Fiorentina, que antes de llegar a la media hora de juego dio la vuelta a la eliminatoria con los goles de Rolando Mandragora, que abrió el marcador a los doce minutos con un potente disparo desde fuera del área, y el islandés Albert Gudmundsson, que anotó el 2-0 en el veinticuatro.
Una renta que se encargó de aumentar en la segunda mitad el delantero Moise Kean, que estableció a los setenta y cinco minutos el momentáneo 3-0 al culminar una gran jugada del alemán Robin Gosens.
Marcador que pareció relajar definitivamente al conjunto 'viola', lo que permitió al Panathinaikos soñar, tras el gol de penalti de Fotis Ioannidis (3-1) a nueve minutos para la conclusión del tiempo reglamentario, con forzar una prórroga que nunca llegó.