Llevaba tres partidos seguidos con empates sin goles el equipo de Ernesto Valverde, que tampoco era capaz en la última jornada de echarle el diente en Bilbao a un atrevido Rayo Vallecano que fue mejor en la primera parte, a la que hizo justicia el 0-1 que reflejaba el marcador al descanso.
Pero en la segunda mitad todo cambió. Entre otras razones, de las principales, por la presencia de Sancet en el terreno de juego. Aunque a su presencia se sumaron las de Maroan Sannadi, Iñigo Ruiz de Galarreta y los hermanos Iñaki y Nico Williams.
Sancet, clave en la remontada
Con ellos llegó la remontada, eso sí liderada por el genial media punta navarro. Suyos fueron el 1-1 y el 3-1. El primero, de penalti, y el segundo un golazo desde la frontal con uno de esos disparos suyos, limpios y certeros, ante los que los porteros ni responden. Fue un disparo perfecto con un comba preciosa.
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Aunque en San Mamés fue mucho más celebrado el empate a uno. No solo por su mayor importancia sino porque marcar un penalti para el Athletic en este curso, en el que había fallado cinco de los siete que había lanzado, era casi una heroicidad.
Llevaba Sancet un tiempo desaparecido entre lesiones y rumores de incidentes extradeportivos, y tampoco había vuelto a su mejor nivel en su primera titularidad en Glasgow. Pero ante el Rayo, en solo medio tiempo, demostró que ya está de vuelta.
Como también dejó claro Nico Williams que las estrellas cuando tienen que aparecer lo hacen. Y lo hizo para concretar la remontada con un disparo tan sutil como contundente. Un disparo con la zurda por la derecha del ataque, una jugada más habitual en él en la otra banda, que entró, imparable, en la portería de Augusto Batalla. El meta argentino, como le pasaría después en el 3-1 de Sancet, ni se movió.
Los cambios de Valverde, que salió de inicio con Unai Simón y la segunda unidad para preservar a casi todo su once de gala, cambiaron el encuentro y todos tuvieron su protagonismo. Maroan Sannadi forzó el penalti que dio paso al 1-1, Iñigo Ruiz de Galarreta, puso orden, criterio y el balón del 2-1 a Nico e Iñaki Williams percutió como acostumbra.
Iñaki Williams, preocupación para el jueves
Aunque el mayor de los Williams es la principal preocupación del técnico para el jueves, ya que le tiene en duda para ese partido una sobrecarga muscular sufrida en los últimos minutos. Es tan importante Iñaki para su entrenador que Valverde ni le dejó seguir en el campo en cuanto tuvo una "pequeña molestia", aunque ello suponía dejar a su equipo en inferioridad numérica.
La insistencia y su capacidad para hacer goles, dar asistencias y desequilibrar el entramado defensivo rival de Williams es, sin duda, una de las principales fortalezas del ataque del Athletic.
La necesitará su equipo para decantar a su favor una eliminatoria que salió del Ibrox Stadium sin goles, a pesar de que el Athletic jugó casi todo el partido en superioridad numérica, los últimos minutos con dos jugadores más, y dispuso de un penalti que Liam Kelly le paró a Alex Berenguer.
Si hay otra falta máxima para los 'leones' el jueves en San Mamés la lanzará Sancet, que está de vuelta. Como el gol, que este año en el Athletic parece cosa, sobre todo, del navarro.
