El equipo dirigido por Jürgen Saumel dependía de sí mismo para ganar la liga. Se enfrentó a otro equipo con opciones, el Wolfsberger, que antes del pitido inicial estaba tres puntos por detrás de su rival, mientras que el Austria Viena, uno por debajo, también tenía una oportunidad. Tenía que ganar al Linz y esperar un pinchazo del Sturm Graz.
Al final, el Sturm Graz, al que le bastaba un empate para ser campeón, cumplió con su objetivo. Se adelantó en el marcador por medio de William Boving en la primera parte y Thierno Ballo subió unas tablas insuficientes para el Wolfsberger en la segunda.
En otro estadio, el Austria Viena no pudo con el Linz (2-2) e incluso perdió la segunda posición, que fue a parar a manos del Salzburgo, que participará en la próxima edición de la Liga de Campeones.
