Los portugueses empezaron a poner ánimo en la tribuna cantando en uno de los fondos una canción que decía "Portugal, Portugal, es Portugal" y agitando banderas de diversos tamaños.
Cuando los monitores del estadio empezaron a mostrar escenas de los partidos de Portugal a lo largo de la competición hubo un grito unánime de júbilo que subió de tono cuando el equipo salió al campo a calentar.
El fondo del estadio en donde estaban los españoles empezó a llenarse poco a poco. Cuando los integrantes de La Roja salió a calentar hubo vitoreos que los aficionados portugueses intentaron silenciar con silbidos.
La temperatura subió cuando se oyó la alineación por los micrófonos y, sobre todo, cuando se pronunció el nombre de Lamine Yamal. Pero los portugueses no paraban y parecía que no iban a cansarse.
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Cada una de las aficiones pudo oír su canción talismán. Los portugueses también corearon la suya y, cuando se empezó a oír "Potra salvaje" -himno oficioso de España en la Eurocopa conquistada en 2024- por los altavoces, entonces contrarrestaron con otro tema. Los españoles respondieron y empezaron a hacerse oír con mayor claridad.
El espectáculo oficial previo fue una especie de repaso gráfico de la competición, con banderas de los países que se habían quedado en liza y al final las banderas de España y Portugal, protagonistas del encuentro por el título.
