Pese a que por edad y años cotizados le corresponde el descanso, Tommy Starace, por el momento, quiere seguir activo: "Tengo mis años, soy consciente de ello. Pero De Laurentiis me dijo que podría haber otro rol para mí", desveló este martes en una entrevista con 'La Gazzetta dello Sport'.
Quedan todavía entonces muchas historias protagonizadas por el 'Hombre del café'. Así es como se conoce a Starace. Cafetera italiana en mano cada día, Tommy se ha convertido con merecimiento en uno de los personajes más conocidos del 'calcio'.
Vasos de plástico y café para Maradona, para Sarri, para Conte, para McTominay... incluso para todos los periodistas televisivos en el San Paolo, ahora el Estadio Diego Armando Maradona.
Generaciones de jugadores han convivido con la sonrisa y el cariño de este emblema, un hombre amado por el vestuario, por la directiva y por la afición. Campeón de Italia en 1987, en 1990, en 2023 y en 2025. Y una Copa de la UEFA, dos Supercopas y cuatro Copas de Italia. Nadie más en Nápoles con ese palmarés.
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Su historia es de esas románticas que deja el fútbol. Nacido en 1955, entró en el club en 1977, con apenas 22 años y, desde entonces, ni un solo día de vacaciones. Siempre a disposición del club de su vida, al que ha dedicado por el momento 48 años. Medio siglo. Media vida.
"En 40 años nunca he tenido un día de descanso propio: siempre he estado allí, presente", dijo en una entrevista con 'Fanpage'.
Y todos, absolutamente todos, acaban probando el café de Tommy. Aunque en un inicio no quieran: "Al principio todos dudan. Pero en cuanto lo prueban no pueden dejarlo. Recuerdo, por ejemplo, a Laurent Blanc. No quería tomar café, pero luego le convertí".
Otro que no podía dejar de beberlo era Sarri: "Entre un ejercicio y otro le preparaba café, cuando paraba iba al campo y se lo llevaba. Se tomaba cuatro o cinco al día, por lo menos".
Su vínculo con Maradona
Aunque la relación que tiene con Dries Mertens en algo inigualable para él, Tommy generó un gran vínculo con Maradona. Estuvo, incluso, en su boda. También le acompañó durante el Mundial Italia 90 como una suerte de asistente personal.
"Solo mencionarlo me da escalofríos. Era inmenso. Hizo entender al pueblo napolitano lo que significa ganar un 'Scudetto', cómo afrontar la brecha entre el norte y el sur de Italia. Diego nos defendió en todos los sentidos, dentro y fuera del campo", explicó.
Lamentó su marcha de Nápoles porque cree que su final hubiera sido distinto: "No habría muerto así. Porque los napolitanos somos diferentes. Le habríamos protegido, digamos, de alguna manera. Diego murió como un perro, como decimos en Nápoles".
El gesto del vestuario y Gattuso durante la pandemia
Quizá la mejor manera de medir el peso de Tommy en el Nápoles sea, más que por lo que hizo, por lo que generó. Su estrecho lazo con el vestuario le permitió sobrevivir en un momento tan delicado como la pandemia en la temporada 2020-21.
"En aquel difícil momento no podíamos trabajar y no podíamos cobrar, pero Gattuso y los jugadores organizaron una colecta para que todos los miembros de la plantilla pudiéramos ganar algo. Fue un gesto maravilloso", desveló.
Míticas son sus imágenes ya celebrando los 'Scudetti'. Cuatro a sus espaldas, más que ninguno en la historia. Continuará en el equipo. Seguirá sirviendo cafés con una sonrisa contagiosa. Y quién sabe si conquistará el quinto.