Correa y un 'puntín' para la historia

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Iñaki Dufour Madrid, 9 jul (EFE).- Titular tan solo en ocho de sus 53 partidos disponibles de la última temporada con el Atlético de Madrid, el campeón del mundo argentino Ángel Correa se marcha del conjunto rojiblanco después de diez temporadas, 469 partidos oficiales, 88 goles, 62 asistencias y tres títulos, entre los altibajos, la entrega constante y un 'puntín' para la historia del club en Valladolid para ser campeón de Liga en 2020-21.

El 22 de mayo de 2021, entre el miedo del Atlético, obligado a ganar para depender sólo de sí mismo en la última jornada para conquistar el título y doblegado por 1-0 por el Valladolid al descanso, surgió el '10' rojiblanco en el minuto 57, para conectar el tiro imborrable en la memoria colectiva del aficionado, indispensable para lograr la última Liga. El 1-1. En el 67, Luis Suárez marcó el 1-2 para desatarlo en el estadio Nuevo Zorrilla.

El gol más importante de su carrera. “Nos estábamos jugando ahí la Liga, íbamos perdiendo y llegar a hacer el gol del empate en ese momento, por cómo se estaba dando el partido fue muy importante, y después pudo hacer el otro gol Luis y nos pudimos quedar con la Liga que habíamos luchado tanto todo el año", repasó Correa tiempo después.

Un remate de puntera. “Siempre lo he hecho desde chico y, después en los entrenamientos que hacíamos juego reducido, con muchos jugadores en poco espacio y no hay bastante espacio para prepararse para rematar de otra manera, siempre le pego así de puntín porque sale rápido el balón, y el arquero no tiene tiempo de reaccionar", abundó el atacante.

“Le vengo diciendo hace un montón de tiempo que tiene que hacer un gol de puntín. Juega bárbaro al fútbol sala y así al portero no le da tiempo a reaccionar”, expresó entonces, tras aquel gol, Diego Simeone, su entrenador único en toda su década en el club madrileño.

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Aquel gol es el momento más alto de Correa en el Atlético, en el que su continuidad estuvo en el aire durante todo el verano de 2019, ante el interés del Milan, y en el mercado de invierno del curso 2023-24, cuando Arabia Saudí lo llamó.

Finalmente se quedó en la entidad, en la que durante muchos años también se sacrificó para jugar en la banda derecha, fuera de su sitio natural, lejos de su posición más competitiva, donde lo necesitaba el equipo, tras el hueco dejado ahí por el turco Arda Turan cuando se fue al Barcelona.

Ahora, con contrato hasta 2026, renovado en 2022, se va a sus 30 años, con la libertad de decidir su futuro, previo pago de un traspaso. Le ha ofrecido el Atlético la renovación, Simeone lo quería en el equipo, pero el atacante ha tomado la decisión de irse al Tigres mexicano, como ya quedó claro cuando se despidió del Metropolitano, el pasado 18 de mayo en el triunfo 4-1 ante el Betis. El Mundial de Clubes ha sido su último servicio.

Griezmann, Agüero, Forlán, Mendonça… Y Correa

Ha sido protagonista en cada curso a las órdenes de Simeone, pero nunca tan titular como espera cualquier jugador (menos aún los últimos tres años, con apenas 44 presencias en el once inicial en 150 partidos apto para partir desde la titularidad), entre sus momentos definitivos, sus giros, sus goles, su condición de revulsivo y otros tramos menos relucientes y concluyentes.

Es el segundo futbolista extranjero con más partidos en los 120 años de historia del Atlético de Madrid. Sólo lo supera Jan Oblak. Ya ha rebasado a Diego Godín (389), Filipe Luis (333) o Luis Amaranto Perea (314) y está por encima de Antoine Griezmann (368) o José María Giménez (304). También es el jugador argentino con más encuentros con la camiseta rojiblanca.

Es el quinto máximo goleador de fuera del país del club. Sus 88 goles sólo los superan Antoine Griezmann (198), Sergio 'Kun' Agüero (102), Diego Forlán (96) y Jorge Alberto Mendonça (91). Por detrás queda Radamel Falcao (70), por ejemplo, aunque con una cantidad de partidos mucho menor: 469 de Correa y 91 del colombiano.

En su fútbol imprevisible, en su capacidad para marcar la diferencia de repente, dentro de su talento irrebatible, a veces trompicado, otras muchas más resolutivo, el técnico argentino y el Atlético pierden un recurso crucial en sus nueve campañas en el club, de las que disputó 228 encuentros como titular de los 510 que fue convocado.

Diez años de su debut con el Atlético

El primero fue un amistoso contra el Numancia (0-2) del 25 de julio de 2015. El primero oficial, el 22 de agosto de 2015 contra Las Palmas (1-0) en el Vicente Calderón, del que fue el último goleador de la historia, con su tanto en el 3-1 al Athletic Club de la despedida de tanta historia, el 21 de mayo de 2017, rumbo al estadio Cívitas Metropolitano.

Fichado en mayo de 2014 desde el San Lorenzo argentino, una grave dolencia cardiaca detectada en el reconocimiento médico con el Atlético de Madrid pospuso su debut a más de un año después. Fue operado el 18 de junio de 2014. Ahí empezó un largo proceso de recuperación. El 24 de noviembre de 2014 ya se sumó al trabajo con el grupo.

En el verano de 2015, su regreso a la competición se hizo realidad. Su evolución y su trascendencia en el Atlético crecieron año tras año: en 2015-16 jugó 36 encuentros, con ocho goles y tres asistencias; en 2016-17 amplió su participación a los 47 choques, con ocho tantos y siete pases de gol; en 2017-18 subió a 56 partidos, 36 en la alineación inicial -incluida la final de la Liga Europa frente al Marsella en Lyon (3-0)-, con nueve dianas; en 2018-19, cuando ganó la Supercopa de Europa, disputó 49 choques, con cinco tantos y las dudas sobre su futuro...

No se movió del Atlético, con el que en 2019-20 jugó 44 encuentros, con siete aciertos sobre la portería contraria, antes de su mejor campaña, en 2020-21, cuando sumó 48 choques y nueve goles para ser decisivo para la conquista de la undécima Liga de la historia rojiblanca.

En 2021-22 disputó 49 partidos, con 13 dianas; en 2022-23, 45 choques con 10; en 2023-24, 47 duelos, con once goles, y en 2024-25, 48, pero sólo ocho como titular, con ocho tantos, uno de ellos en el triunfo por 1-2 ante el París Saint Germain en el Parque de los Príncipes, ahora rumbo al Tigres mexicano. Queda para siempre en la historia del Atlético.