La victoria del PSG sobre el Brest (0-3) obligaba al Marsella a sumar tres puntos si quería mantenerse en la primera plaza de la Ligue 1. Pocos días antes, con la derrota en Liga de Campeones contra el Sporting (2-1), recibió un aviso que rompió la felicidad en la que vivía instalado desde hace semanas, cuando caminaba de victoria en victoria hasta encadenar cinco consecutivas.
Ese aviso no hizo efecto y este sábado volvió a perder para terminar con una racha inmaculada en Liga. El acierto de Mason Greenwood, que marcó su séptimo gol del curso con un derechazo desde fuera del área, no fue suficiente. El británico ya firmó un póker la pasada jornada y no siempre puede tirar del carro de un equipo que necesita del concurso de más jugadores si quiere pelear por el título.
Greenwood abrió el marcador al cuarto de hora y su tanto fue un espejismo para el Marsella, que no se enfrentaba a un rival cualquiera. El Lens, de hecho, le pasó en la clasificación y se instaló en la segunda plaza gracias a la remontada que inicio Odsonne Édouard, que empató en el minuto 23 tras transformar un penalti a lo Panenka que cometió Pavard tras derribarle dentro del área. El VAR avisó al árbitro de la infracción y el delantero del Lens no falló.
El paso por vestuarios no dejó buenas noticias en el Marsella, que a los pocos minutos de la reanudación se encontró con el segundo gol de su rival. En esta ocasión el autor fue Pavard, que cerró una noche aciaga con un tanto en propia meta después de un córner lanzado por Adrien Thomasson que remató él mismo a la red sin querer.
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El Marsella aún tenía tiempo para buscar, como mínimo, el empate. Lo acarició Pierre-Emerick Aubameyang, que lo intentó con un derechazo lejano que despejó el guardameta Robin Risser. Y no hizo mucho más. Ni siquiera murió en la orilla del empate, porque incluso pudo encajar el tercero en el tiempo añadido.
Lo evitó Geronimo Rulli con una buena intervención en un mano a mano ante Mamadou Sangaré. Su parada no fue suficiente, porque antes no pudo detener el penalti de Édouard ni evitar el autogol de un compañero. En ambas acciones, el protagonista fue el mismo: Pavard, que con dos acciones desafortunadas devolvió el liderato al PSG.
